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SEMINARIO

1973-2018

A 45 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DE 1973

NUEVOS ENFOQUES Y PERSPECTIVAS.

Patricio Bernedo Pinto

© Inscripción Nº 306.227

Derechos reservados

Julio 2019

ISBN edición impresa N° 978-956-14-2426-5

ISBN edición digital N° 978-956-14-2427-2

Diseño: Diseño Corporativo UC

Diagramación digital: ebooks Patagonia

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CIP-Pontificia Universidad Católica de Chile

Seminario 1973-2018: a 45 años del Golpe de Estado: Nuevos Enfoques y Perspectivas (2018: Santiago, Chile).

Seminario 1973-2018: a 45 años del golpe de estado de 1973 / Patricio Bernedo Pinto, editor.

Incluye notas bibliográficas.

1. Chile - Historia - Golpe de Estado, 1973 - Congresos.

2. Chile - Política y gobierno - 1973 - Congresos.

I. Bernedo Pinto, Gilberto Patricio, 1961-, editor.

2019 983.065 + dc 23 RDA

Índice


Presentación

Seminario 1973-2018:
A 45 años del golpe de Estado de 1973.
Nuevos enfoques y perspectivas

Palabras de apertura
del rector Ignacio Sánchez Díaz

El respeto a los derechos humanos
no es debatible. Lo que sí es debatible
es el golpe de Estado en Chile

Patricio Bernedo pinto

Un cristal común para valorar los
derechos humanos y la democracia

Mariana Aylwin Oyarzún

La democracia chilena pudo haberse
salvado si no hubiera sido por el desencuentro
de las fuerzas progresistas

José Antonio Viera-Gallo Quesney

Para construir el futuro, debemos enfrentar con
decisión el pasado. Reflexiones sobre los 45 años
del golpe de Estado

Jaime Bellolio Avaria

El Informe de la Escuela Nacional Unificada.
Política y educación durante el gobierno de
la Unidad Popular

Macarena Ponce de León Atria

A 45 años del pronunciamiento militar

Mario Correa Bascuñán

La Historia y el Golpe de 1973

Rafael Sagredo Baeza

Presentación


El 23 de agosto de 2018, en el Salón de Honor de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se desarrolló el seminario “1973-2018: a 45 años del golpe de Estado. Nuevos enfoques y perspectivas”.

Este breve volumen contiene las reflexiones de seis panelistas, tanto del mundo político como académico, que desde distintas perspectivas analizan el golpe de Estado y especialmente los hechos y causas que llevaron al quiebre de la democracia en Chile.

El seminario fue abierto por el rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez Díaz, y luego por el decano de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, Patricio Bernedo Pinto, quien presentó a los expositores.

Los participantes fueron Mariana Aylwin, exministra de Educación y vicepresidenta de la fundación Patricio Aylwin; José Antonio Viera Gallo, exministro Secretario General de la Presidencia y exembajador de Chile en Argentina; Jaime Bellolio, diputado y militante del partido Unión Demócrata Independiente; Mario Correa, exsecretario general UC y profesor de la Facultad de Derecho UC; Macarena Ponce de León, profesora del Instituto de Historia UC; y Rafael Sagredo, profesor del Instituto de Historia UC.

La presente edición reproduce las ponencias de los invitados tal como fueron dictadas y, en algunos casos, considera modificaciones introducidas por los panelistas para facilitar una mejor lectura del texto.

Seminario 1973-2018:
A 45 años del golpe de Estado
de 1973.
Nuevos enfoques y perspectivas

Palabras de apertura del rector Ignacio Sánchez Díaz1

Agradezco a todos ustedes su presencia en este seminario, en que hemos querido revisar lo que fue el golpe de Estado en Chile, habiendo transcurrido ya casi medio siglo de este doloroso episodio. Este encuentro tiene como objetivo el propiciar un espacio de reflexión que nos permita analizar nuevos enfoques y perspectivas.

Quiero manifestar mi reconocimiento al profesor Patricio Bernedo, decano de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, quien ha estado liderando este proyecto a partir de enero de este año, desde su planteamiento inicial hasta sus objetivos finales. Permítanme también hacer hincapié en nuestro deseo de que este seminario se desarrolle en un clima de respeto y altura de miras.

En los últimos días se ha producido una controversia pública en la élite política y cultural chilena generada, específicamente, en torno al Museo de la Memoria. La controversia, aderezada con descalificaciones rotundas y defensas férreas, ha girado en torno al alcance y a los límites que tienen conceptos como memoria, derechos humanos, contexto e historia, conceptos frente a los que los espíritus se dividen y toman posiciones que, en ocasiones, aparecen como irreconciliables. Pues bien, esta controversia no estaba en nuestra agenda al organizar este seminario, que recuerda los 45 años del 11 de septiembre de 1973, pero ciertamente aporta a los objetivos de revisar y debatir acerca de los orígenes y las causas de este acontecimiento que dividió en dos la historia chilena del siglo XX.

La última encuesta Plaza Pública Cadem afirma, de hecho, que apenas el 26% de los encuestados considera que Chile es un país reconciliado. Ello da cuenta de que en nuestro país tenemos una historia abierta donde hay heridas que aún no cicatrizan, donde el conflicto aún persiste, a pesar de los múltiples gestos y acciones de muchos. Ello, por cierto, interfiere en un análisis sereno y equilibrado de los trágicos acontecimientos que se produjeron en esa fecha y en los tiempos posteriores.

Esta situación nos motiva a plantearnos algunas preguntas básicas como ¿cuánto tiempo necesitaremos como sociedad para encontrar un punto en el que converjan nuestros espíritus, de tal manera que podamos contemplarnos y tratarnos nueva y auténticamente como tripulantes de un navío que va en una dirección escogida en armonía y consensuadamente, y sin que el pasado nos siga dividiendo irremisiblemente? ¿Qué se necesita para que esto se haga realidad?

Todos los aquí presentes coincidiremos en que una actividad como esta, en que nos damos un espacio para reflexionar sobre nuestro pasado, aporta aunque sea un granito de arena a esta causa. Manifiesta nuestra voluntad de contribuir al establecimiento de marcos de convivencia sólidos y estables, donde prime el entendimiento entre los chilenos y seamos capaces de reencontrarnos.

Frente a la segunda pregunta, ¿qué se necesita para que esto se haga realidad?, creo que resulta primordial entender que no todos hacemos una misma lectura de los hechos, pues en ella influyen nuestras vivencias personales, las interpretaciones y nuestros propios prejuicios. Uno de los múltiples caminos que podemos andar es intentar responder en profundidad sobre las razones que nos llevaron a esta división, y por qué es importante para la sociedad que revisemos los orígenes y las causas del golpe de Estado de 1973, al mismo tiempo tratando de convencer a quienes no comparten tal revisión de que un análisis como este no implica ni remotamente una relativización, o lo que se ha dado últimamente por llamar un negacionismo de la tragedia posterior a 1973, pues tratar de buscar explicaciones no es sinónimo de buscar justificaciones. Por eso creo que si no logramos llenar las piezas faltantes de este puzle histórico, si no somos capaces de poner nuestro pasado en una perspectiva que supere el mero formalismo, vale decir, una perspectiva que proponga la contemplación del pasado como una serie de hechos aislados; una operación que permita identificar los “hilos” que ligan al ser humano o a la institución analizados con su especioso “presente” sociocultural, entonces estamos destinados a derivar hacia una revisión dispersiva o abstracta de la historia, y eventualmente a repetir los errores cometidos, por carencia de un sentido histórico de más largo alcance, que integre los fenómenos estudiados en términos de “tendencias” o fisonomías generales de un período y una época.

Avanzar hacia una reconciliación no es fácil: supone la generosidad de todos para valorar y reconocer los gestos y esfuerzos del otro, implica construir sobre valores y principios sólidos, en que seamos capaces de aceptar al otro con sus diferencias y donde los derechos humanos sean un valor esencial de nuestra convivencia.

Por la trascendencia que tiene mantener siempre los valores de la amistad cívica en una sociedad; por la importancia de valorar el pluralismo en todos los ámbitos de la vida social y política; por el imperativo categórico de rechazar la violencia como método de resolución de las controversias políticas, y por la necesidad de avanzar en la creación de espacios de encuentro en los que se practique y profese el respeto, la tolerancia y la comprensión por el punto de vista de quienes no comparten nuestra visión del pasado o del presente, es que quisiera hacer un llamado a todos los presentes a escuchar con respeto a nuestros expositores invitados: Mariana Aylwin, exministra de Educación y vicepresidenta de la Fundación Patricio Aylwin; José Antonio Viera-Gallo, exministro secretario general de la Presidencia y exembajador de Chile en Argentina; Jaime Bellolio, diputado de la República; Mario Correa, ex secretario general UC y profesor de la Facultad de Derecho UC, y los profesores del Instituto de Historia UC Macarena Ponce de León y Rafael Sagredo, a todos quienes agradezco el haber aceptado la invitación.

Más allá de las visiones distintas que ellos representarán, estoy convencido de que lo importante es tomar conciencia de que el respeto a los valores democráticos es tarea de todos los actores políticos y de todos los ciudadanos del país. Esa es una condición insustituible para poder vivir juntos en sociedad, y esa es una de las muchas lecciones que podemos extraer a 45 años del quiebre del sistema democrático en Chile.

Los invito a entender la reconciliación como un proceso en el que, mediante la generación de la confianza y entendimiento recíproco, podamos reconstruir una relación pacífica, entendiéndonos como personas, más allá de la calificación facilista de los buenos y los malos.

El respeto a los derechos humanos no es debatible. Lo que sí es debatible es el golpe de Estado en Chile

Patricio Bernedo Pinto2

Muy buenos días y muchas gracias por acompañarnos en este seminario que hemos titulado “1973-2018: a 45 años del golpe de Estado. Nuevos enfoques y perspectivas”.

Aquí abordaremos un tema difícil, polémico y también doloroso, con la perspectiva que nos pueden dar los 45 años que nos separan del 11 de septiembre de 1973. Y para ello contamos con invitados de lujo que, desde la política y la academia, nos entregarán sus particulares perspectivas acerca de este tema.

Después de todas las discusiones que se generaron en estos últimos días sobre la memoria, las violaciones a los derechos humanos y el Museo de la Memoria, que busca precisamente que esa memoria no se borre nunca; más allá de las posiciones políticas de cada uno, pienso que llegó la hora de no seguir tratando de contextualizar o empatar situaciones horrorosas de este tipo, ni en nuestro país ni en ningún otro.

El respeto a los derechos humanos no es debatible, como ha quedado claro en estos días.

Sin embargo, lo que sí debatible es el golpe de Estado en Chile.

Y ese debate es una necesidad para dilucidar, con perspectiva histórica, cuáles fueron los factores de corto, mediano y largo plazo que llevaron al quiebre de la democracia en nuestro país. Es fundamental que tratemos de saber qué nos pasó y por qué nos pasó, con una perspectiva de cuatro décadas y media.