Dosindo Blanco Arias

 

No estar muerto

no es estar vivo

 

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Primera edición: marzo de 2020

 

© Grupo Editorial Insólitas

© Dosindo Blanco Arias

 

ISBN: 978-84-17300-64-7

ISBN Digital: 978-84-17300-65-4

 

Ediciones Lacre

Ramiro II, 6

28003 Madrid

info@edicioneslacre.com

www.edicioneslacre.com

 

María, perdóname por haberte

subestimado durante tantos años.

Hoy estás en lo más profundo de mi corazón

 

Agradecimientos

Introducción ¿Por qué tendría yo que leer este libro?

 

Primera parte

INFORMACIÓN

Capítulo 1 Mente humana

Nuestros tres cerebros

Características de la mente subconsciente

Leyes de la conciencia

Capítulo 2 Creencias

Dos caras de la misma moneda

¿Cómo se crean las creencias?

Tú creas tu propia realidad

Dos mentes, dos mundos

Capítulo 3 La palabra como elemento generativo

Sé impecable con tus palabras

Cinco reglas de oro: las 5 Ps

Algunos ejemplos del poder de la palabra

Modelando tu comunicación

Capítulo 4 Vivir en propósito

Un lugar llamado destino

Más allá de nuestra inteligencia

Algunas preguntas

¿Qué es vivir en propósito?

Capítulo 5 Visión de vida

Dos Leyes inmutables

La ecuación del logro

Dominios de vida

La felicidad

Visión personal

Capítulo 6 Tus fuentes de energía

Aliméntate bien

Haz ejercicio

Duerme bien

Medita

Tu balance energético

Capítulo 7 Eleva tus estándares

Pasa a un siguiente nivel

Toma acción masiva inteligente

Sé tierra fértil

Quema tus naves

Rodéate de águilas

Tienes una deuda con el Planeta

 

Segunda parte

TRANSFORMACIÓN

Capítulo 8 En busca de tu esencia

Ejercicio I DAFO Personal En busca de tus zonas ciegas

Ejercicio II En busca de tu PROPÓSITO de vida Deja que hable tu alma

Ejercicio III En busca de tu AUTOIDEAL Dándole forma a tus sueños

Capítulo 9 Acción masiva inteligente

Las metas

Plan de vida

Presunción del deseo cumplido

¿Cómo saber si estás viviendo en propósito?

Reflexión final

Apéndice I Metodologías que hacen posible el cambio de creencias

Apéndice II Dominios de vida y conceptos asociados

Apéndice III Los cuatro bloques de talentos esenciales

Apéndice IV Lista de valores y características personales

Bibliografía

 

 

Agradecimientos

Escribir un libro parece un asunto individual, pero la realidad es que, si quieres que lo lean miles o —como yo quiero— cientos de miles de personas, se requiere de todo un equipo.

En primer lugar me gustaría dar las gracias a mi Madre y a mi Padre por haberme puesto en esta dimensión y haberme inculcado gran parte de los valores que me definen como persona. Consigo sentir en la distancia el gran respeto y admiración que me siguen proyectando.

Quiero darle las gracias a mi compañera de vida Silvia por su amor infinito y por apoyarme en los momentos difíciles. Eres, sin duda, una gran Maestra y una Musa para mí.

También quiero darle las gracias a mi hermana Pura por dejarme el espacio que he necesitado para hacer lo que vine a hacer aquí. No cuestionar ni juzgar las decisiones que tomé durante los últimos años representan la forma más genuina de cariño, respeto y lealtad que cualquier persona puede tener a su alcance. ¡Eres un ser admirable, Pura!

Agradezco las muestras de afecto y confianza de Carlos, Albert, Tony y Ricardo. A pesar de que los tengo lejos, siento el calor de su amistad todos los días.

Va otro gran «gracias» para el Equipo de BIG THINKERS y otros colegas de profesión que me han abierto los ojos a la hora de depurar muchos conceptos incluidos en este libro.

Por último —y no menos importante— quiero transmitir una profunda muestra de agradecimiento a los miles de alumnos que han pasado durante los últimos años por mis conferencias, programas, seminarios y talleres ya que a través de ellos fui capaz de comprender muchos conceptos conectados con la verdadera sabiduría. Sin ellos este libro no hubiera visto la luz.

Muchas GRACIAS a todos por vuestro AMOR.

 

 

 

Introducción
¿Por qué tendría yo que leer este libro?

La felicidad es la finalidad última

de la existencia humana.

ARISTÓTELES

A veces se nos dice que podemos ser quienes queramos ser, que podemos conseguir todo lo que nos propongamos, y eso es real pero muy poco práctico, ya que vivimos en un mundo capitalista que no premia la LUZ y, además, nuestro tiempo es limitado. Diseñar una vida plena implica una combinación de ESPIRITUALIDAD y PRAGMATISMO. La espiritualidad representa la esencia del proceso y conecta con descubrir quiénes somos realmente, mientras que el pragmatismo está representado por un conjunto de herramientas que nos permiten canalizar eso que realmente somos —nuestra LUZ— en el sistema capitalista que nos ha tocado vivir. Si no logramos un balance entre lo espiritual y lo pragmático corremos el riesgo de vivir una vida vacía, llena de dinero, o bien una vida llena de espiritualidad y limitada en dinero.

Hay dos formas de vivir la vida. Una está representada por el modelo por el que apuesta la gran mayoría de las personas que consiste en «hacer lo que toca hacer» y luego descubrir PARA QUÉ estamos en esta dimensión y pasar a «hacer lo que realmente vinimos a hacer» en esta vida. La otra conecta con descubrir PARA QUÉ estamos en este mundo y a partir de ahí diseñar y crear la vida que realmente queremos y merecemos.

¿Somos realmente felices con lo que estamos haciendo «ahora»? ¿Estamos en condiciones de ponerle nombre y apellidos a lo que para cada uno de nosotros representa ser felices? De no ser así, ¿qué es lo que realmente DEBERÍAMOS estar haciendo? El problema sutil y aberrante es el «deberíamos» que nos aleja de nosotros mismos, nos arrebata la identidad y, en muchos casos, nos tiene viviendo una vida ajena que para nada coincide con la esencia de lo que realmente somos. ¿Debería dedicarles más tiempo a las personas que realmente amo? ¿Debería cambiar de trabajo? ¿Debería emprender? ¿Debería ser fiel a mis verdaderos valores? ¿Debería…? Todas estas preguntas nos alejan de nuestro propósito, de nuestra razón de ser, de nuestra verdadera esencia. Estas preguntas nos alejan de lo que tanto anhelamos porque finalmente terminan REFORZANDO NUESTRAS CARENCIAS. Si realmente existen importantes «debería» en nuestras vidas, entonces deberíamos identificar nuestros dones y nuestras lecciones de vida, deberíamos apostar por hacer lo que realmente amamos hacer y deberíamos apostar por ayudar y servir a los demás a través de eso que amamos hacer. Pero, sobre todo, deberíamos olvidarnos de las comparaciones y de lo que los demás opinan o esperan de nosotros.

Por ello, solo existen dos caminos para transitar nuestras vidas: identificar nuestro PROPÓSITO nuestros PARA QUÉs de vida— y a partir de él diseñar y crear la vida que soñamos, o bien «hacer lo que toca hacer» y a partir de ahí tratar de conectar con nuestro PROPÓSITO de vida en algún momento de nuestras vidas.

Pero, ¿qué significa realmente vivir en propósito? Vivir en propósito está representado por cuatro grandes ingredientes:

Dones y talentos (nuestra naturaleza)

Yo tengo una fe ciega y absoluta en que Dios, el Universo o quién tú decidas en función de tus creencias, nos ha puesto en esta dimensión con una función muy concreta antes de nacer y por esa razón hemos sido dotados de unos dones y talentos que nos predisponen a convertirnos en seres especiales y únicos. Nacemos programados para brillar con luz propia siempre y cuando apostemos por descubrir nuestros dones, nuestros verdaderos poderes.

Si naciste con dones de sanador no hagas labores como ejecutivo en una gran corporación. Dedícate en cuerpo y alma a la sanación de otros porque tu felicidad la vas a encontrar desarrollando tus dones y progresando a través de ellos. Jamás, jamás serás feliz si estás en el puesto de otro porque irías contra tu propia NATURALEZA.

Lecciones de vida (lo adquirido)

Dios, o el Universo, no elige a los preparados, sino que prepara a los elegidos y para ello nos hace pasar por pruebas que muchas veces calificamos como auténticas maldiciones. Cuando abrimos nuestras mentes y nuestras almas y, finalmente generamos conciencia de que todo pasa por algo, es cuando nos damos cuenta de que detrás de las aparentes maldiciones siempre se esconden semillas de bendición.

¿Cuál es la lección de vida que te dejó más aprendizaje? Seguro que esa lección dejó una huella profunda en ti, y eso lo puedes utilizar para ayudar a otros a no pasar por lo mismo o para que lo superen más rápido. ¿Por qué estás en condiciones de hacer eso? Porque lo has vivido y por ello conoces los mecanismos que hay que poner en juego para apoyar a otros a que lo superen.

Pasión (energía)

¿Hay algo que te llama más la atención a ti que a las personas con las que convives habitualmente? ¿Qué es? ¿Cuáles son tus intereses personales? ¿Cuál es la actividad que hace que pierdas la noción del tiempo cuando la practicas? ¿Sobre qué temas hablas y el resto de las personas te escuchan con atención? A veces nos cuesta responder a estas preguntas porque realmente no amamos lo que hacemos.

Ponte por un momento en la piel de una persona que tiene dones de emprendedor, que lleva quince años poniendo a prueba esos dones y que ama profundamente lo que hace. ¿Realmente crees que esa persona se va a conformar con tener una empresa de segundo nivel? ¡Para nada! Esa persona asiste a congresos, tiene contactos con otros emprendedores para aprender de ellos, hace posgrados para identificar las tendencias del negocio que representa, desarrolla de forma brillante a sus equipos de trabajo y presta un servicio de excelencia a sus clientes. Todo eso lo hace porque antepone los intereses de sus empleados y de sus clientes a sus propios intereses. Porque ama profundamente lo que hace, y eso que hace lo define como individuo. A través de la pasión le aportamos energía a nuestros dones y a nuestras lecciones de vida.

Misión (razón de ser)

La misión representa el puente entre lo que amamos hacer y lo que el mundo necesita. Hemos de entenderla como el poder que se nos otorga como individuos para realizar cierto deber o encargo. Bajo esa definición, ¿crees que existe un poder superior a servir y ayudar a otros a través de lo que amamos hacer? Definitivamente no, porque el bienestar que les proporcionamos a otros sirviéndolos, incide directamente en nuestro propio bienestar. Curiosamente, cuanto más damos, más sentimos que TENEMOS y, sobre todo, que SOMOS.

En el Universo no existen fluctuaciones de información. Todo es muy preciso y esa es la razón por la que RECIBIMOS EN LA MISMA PROPORCIÓN QUE DAMOS; ni un nanogramo más ni un nanogramo menos.

Hoy tengo plena conciencia de que hace varios años le faltaba claridad a mi vida, no sabía lo que quería en la vida. ¿Sabes a qué me dedico hoy? ¿Cuál es mi razón de ser? Muy simple: ayudo a las personas a encontrar claridad en sus vidas. Si yo, Dosindo, aspiro a vivir una vida significativa, he de enseñar a otros a vivir vidas significativas porque SOLO DANDO ES COMO PUEDO RECIBIR. Si finalmente las personas a las que enseño con responsabilidad superan sus limitaciones y logran encontrar su camino, yo consolidaré el mío. ¡Es un axioma! ¡Es irremediable!

Por todo ello, cuando nuestros dones, nuestras lecciones de vida, nuestra pasión y nuestra misión están alineadas y en armonía, conectamos con nuestro propósito de vida y, por ello, cubrimos nuestras seis necesidades básicas: CERTEZA, INCERTIDUMBRE, SIGNIFICADO, AMOR, CRECIMIENTO y CONTRIBUCIÓN.

Estas seis necesidades forman parte de nuestro ADN y en muchos casos nos resultan invisibles porque son inconscientes. Por definición, una necesidad es una carencia o escasez de algo que se considera imprescindible, y bajo esa definición nuestras almas las van a saciar de algún modo; por ello es bien importante generar conciencia de dichas necesidades e identificar las consecuencias de saciarlas con algo externo y por ello poco sustentable.

Si reflexionas en cada una de esas seis necesidades vas a encontrar una clara conexión entre dichas necesidades y el hecho de vivir en propósito. En efecto, cuando vivimos en propósito nos resulta fácil comprender que la certeza, el significado, el amor, el crecimiento o desarrollo y la contribución son alimentadas por nuestro SER. Pero, ¿qué pasa con la incertidumbre?

El principio de incertidumbre fue formulado por Werner Heisenberg en 1925, y nos señala que «el simple hecho de observar una partícula subatómica, como un electrón, alterará su estado. Este fenómeno impedirá que sepamos con exactitud dónde se encuentra y cómo se mueve». Esta teoría del universo cuántico puede aplicarse también al mundo macroscópico para entender lo imprevisible que puede llegar a ser nuestra realidad. A menudo solemos decir que la vida sería muy aburrida si pudiéramos predecir con exactitud qué es lo que va a suceder en cada momento. Lo que realmente hizo Heisenberg cuando formuló el principio de incertidumbre, fue demostrar científicamente lo imprevisible que puede llegar a ser nuestra realidad.

Una vida con certeza total sería absurda, aburrida y monótona. Valoramos la certeza porque no la tenemos, pero olvidamos que la incertidumbre es el ingrediente mágico de la vida. La mejor vida es aquella con un balance equilibrado entre la certeza y la incertidumbre.

Mi historia de vida

Trabajé durante más de veintiocho años en una gran multinacional, en una de sus sedes españolas y, en el año 2012 viajé a México para hacer un intercambio internacional que se prolongó cuatro años (2012-2016). Cuando llegué a México cambiaron de forma radical mis coordenadas de vida, ya que me vi en la necesidad de adaptarme a nuevos compañeros de trabajo, nuevas culturas, necesidad de crear círculos de conocidos, nuevas formas de pensar […] y ello me obligó a salir de mi zona de confort; o, dicho de otra forma: mi nivel de energía se elevó. ¡Se elevó mucho!

Los mexicanos tienen un estilo de conducir bastante diferente al de los españoles, y recuerdo perfectamente que, en mis primeros días en México, cuando me cruzaba con el estilo de conducción de algún mexicano, sonaba una vocecita en mi interior que me decía ¡este qué hace!; pronto me di cuenta de que ese hacía lo que hacían todos, el único que iba a contracorriente era yo. Pero lo verdaderamente mágico es que estaba viviendo ese proceso de adaptación a gran escala. Realmente la zona de confort no es un concepto abstracto; solo nos damos cuenta de que existe cuando nos vemos en la necesidad de salir de ella, de trascenderla.

El primer año fuera de mi tierra fue sencillamente mágico ya que tuve la oportunidad de conocer a personas maravillosas y rincones idílicos. A nivel profesional las cosas marchaban de maravilla ya que tenía a mi cargo a un equipo de personas comprometidas; me apasionaba lo que hacía y aportaba valor todos días. Transcurrido el primer año en México mi nivel de energía seguía intacto y tomé la decisión de hacer un diplomado de coaching que supuso un parteaguas en mi vida, ya que me abrió las puertas a dimensiones completamente desconocidas para mí. El primer descubrimiento fui yo mismo, ya que generé conciencia de los demonios que se escondían en lo más profundo de mi ser. El segundo hallazgo fue mi PASIÓN GENUINA.

Tengo plena conciencia de que cuando sucedió eso atravesé un umbral difícil de describir a través de palabras. Durante tres años me fui introduciendo en el mundo del desarrollo personal a una velocidad de vértigo: hacía sesiones de coaching de vida, casi todos los fines de semana pasaba mis talleres y conferencias a grupos de personas, me hice con una biblioteca de más de cuatrocientos libros, creé una website a la que subía artículos todas las semanas, en poco más de un año acumulé más de cien mil LIKEs en una página de Facebook, asistí a talleres y seminarios, me rodeé de personas que compartían mis inquietudes, convertí la meditación en un hábito de vida […]. Durante tres años le dediqué un promedio de cuarenta horas a la semana a ese conjunto de actividades, además de seguir trabajando en la empresa que me daba de comer.

A principios del año 2016 expiraba mi contrato internacional en México y ello me obligaba a regresar a España. En ese momento tuve que enfrentarme con una de las decisiones más importantes de mi vida: regresar a España o dejar mi querida empresa para dedicarme a lo que sabía que era mi PASIÓN GENUINA. Aposté por lo segundo.

Dejé mi empresa con los bolsillos vacíos, pero con mi alma llena. Lo que te voy a decir a continuación, te lo digo DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MI CORAZÓN: si hubiera regresado a España, ahora estaría sumergido en una vida vegetativa pensando en mi prejubilación. Hoy, casi cuatro años después, me siento pleno, seguro de mí mismo, en paz y cargado de ilusiones.

Algunos patrones

Los patrones podrían definirse como una serie de variables constantes, identificables dentro de un conjunto mayor de datos que se repiten de manera predecible. Durante los últimos ocho años apoyé a varios miles de personas a que conectaran con su propósito de vida y, las que consiguieron dar el salto —las que se comprometieron de verdad— se ciñen a una serie de patrones que te comparto a continuación.

Generando conciencia

Yo suelo decir que la principal razón por la que la mayoría de la gente no obtiene lo que quiere, es porque no sabe lo que quiere. Por lo tanto, el proceso de transformación se dispara con destellos de INSPIRACIÓN e INTUICIÓN. Cuando eso sucede es señal inequívoca de que son nuestras almas las que se están manifestando.

Si apuestas por leer este libro y te COMPROMETES a llevar a la práctica los ejercicios que te propongo, las probabilidades de que conectes con la esencia de la persona que realmente eres, son muy altas. No te asustes, ya que no te voy a pedir que camines cuatro kilómetros todos los días o que saques el televisor de tu vida (aunque te harías un gran favor si hicieras ambas cosas en el caso de que no lo estés haciendo ya). Lo único que te voy a pedir es que realices una serie de ejercicios de análisis, reflexión, discernimiento e introspección que te permitirán conectar con la esencia de la sociedad anónima de capital variable más poderosa que jamás llegarás a conocer: TÚ.

Elevando tus estándares

El hecho de que generes conciencia de tus PARA QUÉs en este mundo te aportará bastante energía, pero no la suficiente. Cuando te hablaba de mi caso, te compartía que lo que realmente me inyectó energía fue el hecho de cambiar por completo mis coordenadas de vida. Eso definitivamente me arrancó a empujones de mi zona de confort. En tu caso, si tienes una vida establecida con una serie de responsabilidades asociadas, difícilmente te vas a ir de México a Singapur (por poner solo un ejemplo).

Aun desconociendo quién eres y qué tipo de vida llevas, me atrevo a decirte que dispones de un potencial alto para cargar tu cuerpo con energía adicional a través de un estilo de alimentación más equilibrado, haciendo ejercicio, aprovechando mejor tus horas de sueño o meditando, por poner solo algunos ejemplos. Vas a tener que pasar a la acción y muy probablemente tengas que renunciar a ALGO INFERIOR para aspirar a ALGO SUPERIOR a medio plazo, y para que eso sea posible tienes que incrementar tus niveles de energía.

Más arriba te compartía que durante tres años le dediqué un promedio de cuarenta horas a la semana a las actividades paralelas que me conectaban con mi PASIÓN GENUINA. Eso fue posible gracias a dos factores: el hecho de haberme cruzado con algo muy grande —mi propósito de vida— y a mis altos niveles de energía.

Imagina por un momento que conectas con tus PARA QUÉs y liberas un promedio de veinticinco horas a la semana para realizar nuevas actividades. Si mantienes ese ritmo durante ocho años, acumularás más de diez mil en la disciplina en la que decidas desempeñarte y eso te convertirá en un PEQUEÑO MAESTRO. Puedes hacerlo o puedes no hacerlo. Si no lo haces, seguirás anclado a tu realidad actual y probablemente esa realidad irá menguando, ya que vivimos en un mundo que se desplaza a una velocidad de vértigo y si no nos movemos, nos transformamos en zombis; es decir, morimos a los 45 años y nos entierran a los 90. En cambio, si apuestas por hacerlo, te aproximarás a tu sueño y, sobre todo, DISFRUTARÁS TU CAMINO porque lo que hagas, lo harás a través de tus dones y con una pasión desbordante. Es probable que todo esto te parezca un cuento de hadas, pero no lo es. Si realmente conectas con tu propósito de vida e incrementas tus niveles de energía, te convertirás en un misil humano. Lo sé porque lo he vivido.

Practica a través del regalo

Yo siento que mi don conecta con el hecho de ILUMINAR a otros. Soy muy bueno inspirando y movilizando a otros a ser más de lo que jamás pensaron que podrían llegar a ser. Eso, a grandes rasgos, representa mi misión de vida.

Dos años antes de dejar la corporación que me dio de comer durante casi tres décadas, me enfrenté con unos cuantos dilemas. El más importante fue darle forma a mis QUÉs. ¿A QUÉ me iba a dedicar concretamente? Pronto me di cuenta de que el capitalismo premia la escasez, es decir, paga más cuando algo es escaso. Pero además de ser escaso ha de ser útil y esa utilidad ha de ser demostrada con resultados. Si es abundante y útil también se paga, pero el precio es menor ya que la oferta es alta. La ley de la oferta y la demanda fija los precios finales; por ello, para diferenciarme de la competencia, lo que ofreciera tenía que ser escaso y, además, su utilidad debía ser demostrable. Finalmente aposté por apoyar a las personas a identificar su propósito de vida.

Más arriba te hablaba —a grandes rasgos— de lo que hice durante los tres años que simultaneé mi actividad laboral con otras actividades asociadas a mi PASIÓN GENUINA y todo ello lo hice regalando varios miles de horas de mi tiempo. En ese momento yo atesoraba más de catorce años de experiencia gestionando entrenamiento, pero lo que identifiqué en ese momento como la pasión de la que iba a vivir, tenía poco en común con mi experiencia profesional. En realidad, regalar tu trabajo tiene un retorno enorme que no se puede pagar con dinero y se llama EXPERIENCIA. Es cierto que eso lo simultaneé con posgrados, diplomados, talleres, la lectura de muchos libros, […], pero lo que realmente me aportó sabiduría fue el hecho de compartir lo poco que sabía con varios miles de personas. En mi caso se alinearon los astros ya que tuve la fortuna de utilizar el canal de aprendizaje más poderoso que existe: enseñarles a otros —con responsabilidad— lo que yo deseaba aprender.

Si apuestas por comenzar a practicar tus dones y talentos, no lo cobres, no quemes tu esencia por dinero, regala y recibe la experiencia que te ofrece la práctica. Nadie se va a quejar de tus errores si lo reciben gratis, se enfocarán en tus aciertos y se llevarán lo mejor de ti y eso va a ser mucho porque los vas a envolver a través de tus dones y de tu pasión genuina. En cambio, si cobras desde un inicio y no estás rodado, puedes ensuciar tu reputación y destruir tu futura imagen de marca.

Regalar lo que amas hacer es un proceso de práctica que te hace mejor, te da a conocer, te conecta con la realidad del mercado, te sirve para refinar tu producto o servicio, te empodera y te permite evolucionar a través del BENDITO ERROR. Todo eso representará una gran ventaja para el día que cobres y te dediques a lo que amas, a lo que realmente es tu esencia. A partir de esa experiencia excepcionalmente nutritiva tomarás decisiones certeras acerca de la empresa que quieres crear y del perfil concreto de lo que comercialices, ya que podrás calibrar el impacto de tus dones y de tus lecciones aprendidas en la realidad del mercado.

En el sistema capitalista hay cuatro formas de ganarse la vida: siendo empleado, siendo autoempleado, siendo emprendedor o siendo inversor. Pegar el salto del empleo al emprendimiento entraña riesgos importantes y, la única forma de asegurar ese salto con altas garantías de éxito, pasa por un proceso de error-aprendizaje que se puede practicar regalando tu trabajo.

Te puedo decir que he vivido experiencias apasionantes durante mis últimos ocho años, pero de las que más bellos recuerdos guardo están relacionadas con los talleres, cursos, sesiones de coaching de vida y conferencias que regalé a universidades, empresas y grupos que gestioné yo por mi cuenta. Esas experiencias fueron las que TRANSFORMARON MIS CONOCIMIENTOS EN VERDADERA SABIDURÍA.

Mis allegados suelen preguntarme si no me arrepiento de haber dejado mi querida empresa y yo siempre respondo con un rotundo no. Te puedo asegurar que esa respuesta es profunda y genuina ya que durante los últimos cuatro años jamás pasó por mi mente —y mucho menos por mi corazón— el más mínimo atisbo de duda o arrepentimiento. ¿Sabes qué es lo único que cambiaría si pudiera retroceder en el tiempo? Hubiera permanecido dos años más en esa empresa explotando al máximo el regalo de mi tiempo puesto al servicio de mi PASIÓN GENUINA.

La esencia de este libro

Parte importante de lo que aprendí y comprendí durante los últimos ocho años —en torno a dieciséis mil horas de know how y expertise— lo plasmo en este libro. Te puedo decir que una parte importante de ese tiempo se lo dediqué a trabajar propósito de vida con varios miles de personas.

Cuando le dedicamos más de diez mil horas a cualquier tipo de disciplina atravesamos un umbral de sabiduría que nos permite conectar con lo que yo llamo «Patrones Universales». Este libro habla de los Patrones Universales que rigen el propósito de vida de cualquier persona.

A medida que te vayas adentrando en la lectura del libro que tienes en tus manos, te darás cuenta de que muchos conceptos que se abordan giran en torno al hecho de hacer evidente lo simple. Pero, como muchos de los conceptos que se abordan en el libro son, de hecho, muy simples, resulta difícil presentarlos a un mundo enamorado de la complejidad.

A pesar de la desconfianza que nos inspira la simplicidad y la claridad, podemos ver que existen dos tipos de personas en el mundo: las creyentes y las escépticas. Para las escépticas todo es falso hasta que se demuestre que es verdad; para los creyentes, todo aquello que se diga de buena fe puede ser verdad, a menos que se pruebe lo contrario. La posición pesimista del escéptico surge del temor, mientras que la tendencia más optimista a aceptar la información surge de la confianza en uno mismo. Ambos estilos funcionan y cada uno tiene sus pros y sus contras. Pero, independientemente del grupo de personas al que pertenezcas, permíteme que te pida algo muy concreto: ABRE TU MENTE, LLEVA A LA PRÁCTICA LOS CONCEPTOS QUE CONSIDERES ÚTILES PARA TU VIDA Y QUE SEAN LOS RESULTADOS LOS QUE HABLEN POR SÍ SOLOS.

Escribí este libro con la intención de INSPIRARTE y MOVILIZARTE para que practiques una serie de ejercicios y actividades que te permitirán conectar con tu propósito de vida. Si apuestas por practicarlos —yo sé que lo harás— descubrirás cosas que en este momento desconoces de ti. Parte de esas zonas ciegas tuyas las descubrirás a través de las personas que más te quieren y admiran, mientras que la otra parte la tendrás que extraer de tu propia alma.

La esencia de las actividades que te propongo gira en torno al hecho de conocerte a ti mismo, de descubrir la persona que realmente eres. Por ello, el ingrediente esencial que has de poner en juego se llama CORAJE. El coraje es la energía de la integridad, de la veracidad, del empoderamiento y de la capacidad de hacer frente a las cosas.

Aprenderás a amarte realmente cuando sepas quién eres.

El libro en perspectiva

Al comienzo de mis programas, talleres y seminarios suelo decirles a mis alumnos que «NO SE CREAN UNA PALABRA DE LO QUE LES VOY A DECIR». Esto lo digo por dos razones; la primera va dirigida a despertar el pensamiento crítico de las personas, y la segunda conecta con el hecho de que yo hablo desde mi propia experiencia. Cuando abordo temas relacionados con el crecimiento y el desarrollo personal, los conceptos y percepciones que comparto no son inherentemente ciertos o falsos, correctos o incorrectos. Simplemente reflejan mis resultados, así como los resultados conseguidos por una parte importante de las personas que pasan por mis programas, talleres y seminarios. En cualquier caso, tengo la profunda creencia de que si usas los conceptos y principios que se abordan en este libro, transformarás una parte importante de tu vida y de la vida de las personas que te rodean.

Otro tema que le confirmo a las personas que pasan por mis programas es que cuando terminen el evento «SABRÁN PRÁCTICAMENTE LO MISMO QUE AL INICIO DEL EVENTO». La razón es simple: el intelecto es conocimiento aprendido, mientras que la sabiduría es conocimiento experimentado. Lo que trato de transmitirte con esto es que la asistencia a un taller para nada garantiza la sabiduría y menos aún la lectura de este libro o de cualquier otro libro. Para capitalizar los conocimientos y convertirlos en sabiduría genuina, tienes que practicar esos conocimientos; de lo contrario reforzarás tu intelecto, nada más. Si apuestas —te comprometes— por llegar hasta el mismísimo fondo de tu alma, tardarás mucho menos tiempo en leer el libro que en practicar las actividades y ejercicios que te propongo en varios capítulos de no estar muerto no es estar vivo.

No estar muerto no es estar vivo se divide en dos partes:

La PRIMERA PARTE te ofrece todos los conocimientos y la información necesaria para que comprendas conceptos que te van a resultar útiles a la hora de enfrentarte con el nutritivo ejercicio de conectar con tu MISIÓN y tu VISIÓN de vida.

El capítulo 1 se centra en analizar cómo funciona la mente humana. En el momento que comprendemos que la mente está dividida en partes, que muchas veces entran en conflicto, generamos verdadera conciencia de que los cambios sustentables en el tiempo operan siempre de adentro hacia afuera y no a la inversa.

En el capítulo 2 abordo el fascinante tema de las creencias y percepciones. Cuando generamos conciencia de que todo lo que existe en nuestro mundo exterior —salud, enfermedad, riqueza, pobreza, relaciones tóxicas, relaciones fantásticas…— es una simetría casi perfecta de nuestro mapa de creencias, es cuando empezamos a cuestionar los POR QUÉs de nuestras conductas.

En el capítulo 3 se aborda el tema de la palabra. Cuando la Biblia nos dice: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (Juan 1:14), nos está hablando de que la palabra es generativa ya que contribuye a crear nuestra realidad. La espiritualidad tiene muchas caras, pero bajo mi punto de vista una de las más representativas está conectada con la forma en la que nos expresamos. En este capítulo incluyo varios TIPs que te van a resultar muy útiles siempre y cuando los retroalimentes a uno de tus hábitos más poderosos: la forma en la que te expresas.

En el capítulo 4 profundizo el concepto de propósito de vida. ¿Tienes una función asignada antes de nacer? Si eso fuera así, ¿estás cumpliendo con esa función? ¿Realmente existe el destino? ¿Existe una Inteligencia Superior que gobierna los engranajes del Universo tal como lo conocemos? A lo largo de este capítulo te vas a enfrentar con posibles respuestas a estas preguntas.

En el capítulo 5 se desarrolla el tema de Visión de vida. ¿Cuál es tu autoideal? Es decir, ¿qué sería para ti una vida diez? ¿Con qué nombre y con qué apellidos concretos y precisos bautizarías a tu felicidad? Este capítulo habla de la FELICIDAD con mayúsculas y también habla de que nuestras almas lo saben todo sobre la felicidad; el problema es que no nos atrevemos a escucharlas.

El capítulo 6 habla de las fuentes a través de las cuales nos cargamos de energía. La energía que nos mueve procede del plano físico (alimentación, ejercicio y calidad de nuestras horas de sueño), del mental (meditación) y del espiritual (pasión que depositamos en lo que hacemos y sirviendo a otras personas a través de lo que amamos hacer). El contenido del capítulo presenta un resumen de los estudios científicos que llevaron a cabo las universidades más prestigiosas del planeta durante la última década. Como cierre se incluye un EJERCICIO #1 para que elabores tu balance energético personal.

En el capítulo 7 se incluyen unos cuantos conceptos y pistas valiosas para que eleves tus estándares. Los conceptos que se incluyen están bañados de pragmatismo, ya que están sacados de experiencias de muchos de mis alumnos. Cierro este capítulo hablando de una deuda que tenemos todos los Humanos con el planeta: el colapso ecológico.

La SEGUNDA PARTE del libro incluye una serie de ejercicios y actividades que no te van a dejar indiferente. Esos ejercicios tienen un doble objetivo; por un lado, te van a permitir identificar la persona que realmente eres, y por otro, te van a orientar a la acción. Los ejercicios que te propongo son ITERATIVOS por lo que no es recomendable que los termines en un día, ya que incluyen componentes de análisis, reflexión, discernimiento e introspección que necesitan pasar por un proceso de maduración. Lo ideal es que le dediques el tiempo que consideres oportuno durante las cuatro próximas semanas.

El capítulo 8 incluye tres grandes ejercicios. El EJERCICIO #2 denominado DAFO Personal es de autoconocimiento, el EJERCICIO #3 está orientado a que conectes con tu Misión de vida y con tus Valores, y el EJERCICIO #4 está orientado a que conectes con tu autoideal y lo extrapoles a tu Visión a +1 y +5 años. Te animo desde este momento a que lleves a cabo estos tres ejercicios ya que sin duda te van a empoderar. Estoy convencido de que si los practicas con rigor descubrirás la verdadera dimensión de tu alma.

El capítulo 9 habla de plan de vida, de metas y de objetivos. Te invita a que tomes acción masiva inteligente con orden y, además, incluye un EJERCICIO #5 que sin duda te va a sorprender porque a través de él descubrirás los verdaderos poderes de tu mente.

Cambio vs. transformación

Es habitual confundir el significado de estas dos palabras. Cambio es lo que está sucediendo a nuestro alrededor: nuevas necesidades del cliente, posicionamiento de la competencia, cambios tecnológicos, cambios organizativos, etc. El cambio tiene lugar en el entorno que nos rodea, en la superficie de nuestra realidad.

Las personas, para que seamos capaces de asumir los cambios, necesitamos adaptarnos y alinearnos. A ese proceso se le denomina transformación. La transformación es aquello que sucede en nuestro interior que moviliza o desarrolla nuestro enfoque, marco conceptual, entendimiento o conciencia. Por ello, para gestionar proyectos y equipos, necesitamos reconocer la necesidad de afrontar tanto el cambio real como la transformación personal.

Bajo esas definiciones resulta fácil comprender que este libro está claramente orientado a tu transformación personal (SER) que se materializará en cambios concretos en tu vida (HACER y TENER). Muchas veces se nos dice que las personas nos resistimos al cambio y eso es falso: a lo que nos resistimos las personas es a la transformación genuina.

Durante catorce años me dediqué a gestionar procesos de entrenamiento en mi querida empresa. A través de mis equipos de instructores, consultores y coaches, les enseñábamos a reparar autos a los técnicos, a vender autos a los asesores comerciales y a gestionar negocios a emprendedores o directivos. Ello me permitió identificar con bastante precisión cómo aprenden y cómo no aprenden las personas: las personas aprenden y comprenden cuando ponen en juego sus emociones. Asumiendo que todo proceso de aprendizaje tiene una base emocional, es fundamental que pongas en juego tus emociones a la hora de practicar los ejercicios y actividades que te propongo en el Capítulo 8.

¡Disfruta de la lectura!

 

 

Capítulo 1
Mente humana

Cuando se trata de decidir: emoción mata a razón e instinto mata a las otras dos.

JÜRGEN KLARIC

El cerebro humano no solo es el órgano más funcional y organizado que conocemos, sino que también es el más complejo. Está compuesto de un número de células nerviosas llamadas neuronas que, según cálculos recientes, puede alcanzar un total de unos cien mil millones. Este órgano pesa alrededor de un kilo cuatrocientos gramos y, representa solo el dos por ciento de nuestra masa corporal. El cerebro humano es seis veces mayor, en relación con el tamaño del cuerpo, que el de cualquier otro mamífero viviente, con excepción de los delfines.

El cerebro representa el receptáculo de la mente. Podríamos utilizar el símil informático de hardware y software para comprender la diferencia entre cerebro y mente. A nivel informático el hardware está representado por el conjunto de elementos físicos o materiales que constituyen una computadora o un sistema informático (teclado, ratón, pantalla…), mientras que el software está representado por el conjunto de programas y rutinas que permiten a la computadora realizar determinadas tareas tales como procesar un texto, procesar una hoja de cálculo o enviar un correo electrónico. Por ello, el cerebro representaría el hardware, ese conjunto de neuronas que se albergan bajo nuestro cráneo; mientras que la mente representaría el software, ese conjunto de programas que nos permiten expresar los pensamientos, las emociones, los recuerdos, etc.

Nuestros tres cerebros

El cerebro humano es una especie de cápsula del tiempo que ilustra el desarrollo evolutivo del hombre. Se puede decir que el curso completo de nuestra evolución se esconde bajo nuestro cráneo.

El modelo que voy a presentar a continuación fue formulado por Paul MacLean1 en la década de los años sesenta del siglo pasado. Este modelo fue aceptado por las diferentes familias de neurocientíficos hasta hace algo más de dos décadas, pero a partir de la decodificación del genoma humano a finales del siglo pasado y otros descubrimientos, se ha cuestionado el modelo de MacLean. En cualquier caso, este modelo representa una analogía que nos puede hacer comprender cómo fue evolucionando el cerebro durante varios millones de años.

Paul MacLean estudió la anatomía del cerebro humano y concretó que tiene tres formaciones; cada una de diferente aspecto, tamaño, química, estructura y patrones de funcionamiento que reflejan nuestro desarrollo a lo largo del tiempo. En realidad, el cerebro humano consta de tres subcerebros separados. La investigación de MacLean sugiere que los tres cerebros equivalen a tres computadoras biológicas interconectadas (Figura I).

 

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Estos subcerebros son el reptiliano, que está constituido por el tronco cerebral junto con el cerebelo; el límbico o mamífero y el neo-córtex. A efecto de simplicidad, en principio nos referiremos al tronco cerebral y al cerebelo juntos, como primer cerebro, al límbico o mamífero como segundo cerebro, y al neocórtex como tercer cerebro. El orden jerárquico de estos tres cerebros nos brinda importante información acerca de nuestra evolución y de las funciones del cerebro. Lo que primero evolucionó, hace más de quinientos millones de años, fue el tronco cerebral. Esta zona, la más primitiva del cerebro, constituye la mayor parte de la materia cerebral en los reptiles. Esa es la razón por la que los científicos le dan la denominación de cerebro reptiliano, porque se asemeja al cerebro de los actuales reptiles.

Unido directamente detrás del tronco cerebral, se encuentra el cerebelo, que evolucionó entre unos trescientos y quinientos millones de años atrás. Esta parte del primer cerebro es responsable de la coordinación, de la propiocepción (la percepción inconsciente del movimiento y la orientación espacial) y del movimiento corporal. Podríamos hablar de funciones adicionales de esta parte del cerebro, pero muchas de ellas están todavía en estudio.

El segundo cerebro apareció en algún momento entre hace trescientos y ciento cincuenta millones de años. A este segundo cerebro también se le denomina mamífero, porque es el más evolucionado en este tipo de animales. Esta área del cerebro alberga nuestro sistema nervioso autónomo.

Por último, habiendo surgido hace unos tres millones de años, el tercer cerebro se modeló alrededor de los dos primeros. Esto convierte a la cobertura exterior en la capa más reciente y la zona del cerebro más avanzada de las que han evolucionado en primates y humanos. Como asiento de nuestra percepción consciente, esta parte del cerebro alberga nuestro libre albedrío, nuestro pensamiento y nuestra capacidad de aprender, razonar y racionalizar, entre otras.

Primer cerebro: tronco cerebral y cerebelo (reptiliano)

El tronco cerebral, fundamentalmente, es el responsable de las funciones básicas de la vida, incluidos el mantenimiento y control del ritmo cardíaco y la respiración. Estas funciones vitales son comunes a todas las especies del reino animal. También tiene la función de regular nuestros diversos niveles de sueño y vigilia.

El cerebelo forma parte de nuestro primer cerebro. Está considerada como la parte más activa de nuestro cerebro y es responsable del equilibrio, la coordinación, la propiocepción y la ejecución de movimientos controlados. Ciertos tipos de acciones y respuestas simples se aprenden, coordinan, memorizan y almacenan en el cerebelo. Por ejemplo, una vez que una persona aprende a andar en bicicleta, se necesita muy poca memoria consciente para realizar esta acción. Las actitudes predeterminadas, reacciones emocionales, acciones repetidas, hábitos y conductas condicionadas, básicamente se memorizan en el cerebelo.

El cerebelo es la zona de materia gris más densamente dispuesta del cerebro. En efecto, el cerebelo es una de las pocas áreas del cerebro donde las células siguen reproduciéndose mucho después del nacimiento.

A modo de resumen podemos decir que el cerebro reptiliano es el soporte de la mente instintiva. Es decir, esta parte de nuestra mente se expresa con el lenguaje de los INSTINTOS. Recibe el nombre de reptiliano porque la compartimos con los reptiles. Se puede decir que llevamos un pequeño cocodrilo justo en el epicentro de nuestro cerebro. Los cocodrilos son ovíparos; la mamá cocodrilo deposita sus huevos en el fango y cuando las crías salen del cascarón, más del 50% de la camada es devorada por sus progenitores: solo prevalece el instinto ¿Estamos los humanos en condiciones de aniquilar la vida de otra persona? Sí, sin lugar a dudas, y eso pasa todos los días en el planeta. Cuando una persona está en una guerra y se trata de matar o de morir (supervivencia), definitivamente mata. La mente racional —pensante— no puede inhibir estos instintos de supervivencia porque su gradiente es muy superior al de la razón.

Segundo cerebro: límbico

La zona del cerebro que se desarrolló en segundo lugar fue el cerebro límbico o llamado también mamífero. Si bien este segundo cerebro ocupa solo una quinta parte del volumen total del cerebro, posee una gran influencia sobre la conducta, por lo cual también se le conoce con el nombre de cerebro emocional. Todas esas cosas mágicas que damos por sentadas, tales como: mantener y controlar la temperatura del cuerpo, niveles de azúcar en sangre, digestión, presión arterial, niveles hormonales y miles de procesos adicionales son controlados por este segundo cerebro.

Este cerebro es el soporte de la mente emocional. Es decir, esa parte de nuestra mente se expresa con el lenguaje de las EMOCIONES. Esta mente la compartimos con los mamíferos. Salvando pequeñas distancias, podemos decir que la reacción emocional de un perro frente a una carica es muy similar a la de un humano frente al mismo estímulo. El cerebro reptiliano y el límbico conforman lo que conocemos como mente subconsciente o mente inconsciente.

Tercer cerebro: neocórtex