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El regeneracionismo es la búsqueda de un código ético-moral que logre crear una sociedad con unos valores solidarios para conseguir un estado de bienestar social.

Antonio Valdés Palacio nos vuelve a ofrecer una serie de textos regeneracionistas a modo de pequeños artículos sobre temas de más actualidad que nunca, especialmente en nuestro país, debido a la época por la que está pasando. Al igual que en su anterior obra, El regeneracionista, en este nuevo trabajo el autor trata de proponer soluciones para los problemas que, ahora más que nunca, nos afectan. A través de las páginas de este libro, desde el regeneracionismo se pretende ayudar a terminar con problemas como la crisis o la falta de valores para dirigirnos hacia una sociedad más solidaria y humanizada. El regeneracionista (2ª parte) aporta su grano de arena para que la sociedad de este país sea una sociedad con trabajo, igualdad y, en definitiva, una sociedad más feliz.

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El regeneracionista, segunda parte

Antonio Valdés Palacio

www.ushuaiaediciones.es

El regerenacionista, segunda parte

© 2014, Antonio Valdés Palacio

© 2014, Ushuaia Ediciones

EDIPRO, S.C.P.

Carretera de Rocafort 113

43427 Conesa

info@ushuaiaediciones.es

ISBN edición ebook: 978-84-15523-73-4

ISBN edición papel: 978-84-15523-72-7

Primera edición: febrero de 2014

Diseño y maquetación: Dondesea, servicios editoriales

Ilustración de cubierta: Retrato de Joaquín Costa con el río Ebro como fondo, de Ángel Díaz Domínguez, hacia 1932. Gentileza del Instituto de estudios Altoaragoneses

Todos los derechos reservados.

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La creación de un partido regeneracionista

El panorama político actual es bochornoso. Todos los partidos saltan a diario con escándalos de corrupción. Los gobernantes y la oposición no frenan con medidas drásticas a quienes los cometen y estos a su vez tienen la poca vergüenza de no dimitir. El pueblo no es tonto y ve cómo cada día su economía, por el paro y los recortes, se ve mermada, mientras otros se hacen asquerosamente ricos. En esta situación hay que constituir un gran partido regeneracionista.

Muchas personas honradas y bien formadas no se meten en la política por principios al ver que existe una falta de transparencia. Debemos unirnos todos los que pensamos así y formar una coalición donde los valores y la honradez sean el soporte de su ideología. En este país hacen falta fines sociales e inversiones que creen empleo y sean rentables. Un ejemplo claro de poca cabeza es la creación de aeropuertos en ciudades donde no se cubren los gastos, cuyas pérdidas debemos sufragar todos los españoles. Hubiera sido mejor destinar ese dinero a construir albergues y que la gente en el siglo XXI no tenga que vivir en la calle. El objetivo de este partido sería crear una clase media y acabar con el paro. Los lobbies o grupos de presión no influirían en las políticas de estado. La financiación del grupo vendría de ayudas públicas y las aportaciones de las cuotas de los afiliados. Las obras imprescindibles irían encaminadas a la creación y conservación de las carreteras, incluidos los núcleos urbanos. Por otro lado, habría que acudir a la reforestación y mantenimiento de nuestros bosques, que son el pulmón del bienestar. Finalmente, es necesario llevar a cabo una política hidráulica para fortalecer la agricultura y la ganadería. En el caso de que hubiera que inundar terrenos agrícolas, las indemnizaciones serían el triple del valor de la tierra, para que con ese dinero se pudieran comprar otros campos. Se trataría de evitar el impacto ambiental haciendo embalses en zonas de poco valor ecológico. Con un agro fuerte, lograríamos una creación de riqueza y puestos de trabajo.

En lo que respecta al sistema financiero, que recibe una gran cantidad de ayudas, se obligaría a dar crédito y a hacerse competencia; de lo contrario tendrían que devolver todo el dinero recibido. Al haber financiación tendríamos más consumo y mantendríamos las empresas existentes. A los emprendedores se les daría viabilidad en sus ideas con préstamos ICO para que inicien su actividad, y exenciones en IRPF y cuotas a la seguridad social en el plazo de 5 años.

Con toda esta política, la persecución del fraude fiscal y la lucha contra la corrupción, haríamos de este país una gran nación de la que sus ciudadanos se sentirían orgullosos.

¿Cómo salir de la depresión?

La vida moderna y la falta de fe en Dios ha hecho que las personas, en momentos de dificultad, caigan en una depresión, una enfermedad que sin ayuda de fármacos es muy angustiosa. Puede venir de situaciones duras que la vida nos ha dado y que son así porque en muchos casos nos faltan creencias religiosas pensando que Nuestro Señor, como bondadoso que es, nos haga salir del pozo. Casos por los que aparece la depresión, entre otros muchos, puede ser la muerte de un ser querido, la enfermedad grave de un pariente cercano o la nuestra, el acoso laboral o de la pareja, los problemas económicos, el paro, etc.

El diagnóstico de esta patología es la tristeza y el desconcierto de no encontrar un futuro. Se pasa muy mal. Esquivas a los amigos y a la familia, creándote una burbuja en la que estás encerrado. La angustia te hace mella y de un pequeño problema que tuvieras se te hace una montaña, aunque en realidad son suaves dunas. La ansiedad viene asociada a la depresión y te crea un desasosiego grande. Solo piensas en dormir para olvidar y no tienes ilusión de vivir.

Pero yo, que he pasado por este estado y he conseguido salir, os quiero dar unos cuantos consejos para ir a flote y vencer el miedo:

1.- No tener pena de nadie o de nada, y mucho menos de uno mismo. En la vida, Dios nos ha enviado para ayudarnos los unos a los otros, y por eso tenemos que estar fuertes. Si tenemos penas, caeremos en la depresión, y hay que ser y estar valiente según la premisa anterior para poder ayudar al que está enfermo o tiene otro problema.

2.- Creer en Dios. La fe es muy importante, ya que te ayuda a pensar que rezando y haciendo buenas obras, Dios te va a apoyar.

3.- Favorecer las relaciones sociales. Es importante tener amigos que sean buenas personas y hablar con ellos, no ocultarnos debajo del abrigo encerrados sin querer ver a nadie; así te conviertes en un ser asocial que solo hace que darle vueltas a la cabeza sobre su estado de salud.

4.- Trabajar. Sirve de distracción y deja descansar la cabeza, de lo contrario el aburrimiento te aplasta y no llegas a recuperarte. El trabajo está recomendado por psicólogos y psiquiatras y demostrado que evita ingresos hospitalarios.

5.- Tener hobbies. Si te gusta pintar, escribir, leer, hacer deporte o cualquier otra cosa, hazla, porque así disfrutas y olvidas.

6.- Evitar problemas. Hay que ser buena persona y evitar tener enemigos. Y no acercarse a la gente mala. Si haces el bien, no tendrás ningún problema y tu estado de ánimo será saludable.

7.- Cuidar la salud. Hay que hacer deporte, no fumar ni beber alcohol y mucho menos meterse en el mundo de las drogas.

8.- Saber hablar y tener un amigo bueno a quien poder contarle lo que te pasa, él te puede dar soluciones.

9.- No ser egoístas, y conformarnos con lo que tenemos, restándole importancia al dinero.

10.- Escuchar música y ver documentales de interés. Así ocupas tu tiempo libre y te relajas.

11.- Ir al campo. El monte relaja mucho y hace sacar a las personas de las cuatro paredes en las que están metidas.

12.- Someterse a terapias de cura, como puede ser el reiki, donde los sanadores se ponen manos a la obra para que con cada sesión te quiten nervios y ansiedad.

13.- Tener apoyo familiar. Esto es quizás uno de los principales puntos de atención. Veo necesario que el entorno de tus parientes más directos y con los que convives, estén bien informados de lo que es la enfermedad por mediación del psiquiatra. Así sabrán tratarte correctamente en los momentos de angustia, apoyarte y darte ánimos.

14.- Tener contacto con los animales. Es una buena terapia poseer una mascota en casa. Te hace compañía y con sus cariños y sus juegos te conecta energía positiva. Acariciarlos te da vida.

15.- Mantener el día ocupado pero sin estrés. Con esto quiero decir que hay que trabajar y luego dedicar la tarde o lo que quede de ella al ocio. Los fines de semana viajar y dedicarlos a ver sitios nuevos, aunque estén cerca de tu domicilio habitual; lo que se conoce vulgarmente como «cambiar de aires».

Con todas estas premisas lograrás salir del bache, junto con la medicación y terapias de un maestro de reiki, y podrás realizar una vida normal y feliz.

Un nuevo modelo de empresa

En estos tiempos de crisis en que nos encontramos, las pequeñas y medianas empresas están descapitalizadas, los bancos no les dan crédito. La única manera de sobrevivir sería el accionariado proporcionado por los trabajadores. Así se capitalizaría a la patronal y después a cambio los obreros se llevarían un porcentaje de beneficios. Los empleados serían más productivos incentivados por su participación en el negocio. Existiría un verdadero espíritu de equipo que haría más rentable el modelo de trabajo. Ya no sería una relación explotador-explotado, como muchos piensan, sino una coyuntura de esfuerzo y buen hacer de las cosas. Aunque llegue el momento en que los bancos presten dinero y capitalicen al autónomo, este debería seguir defendiendo la política de accionariado y los planes de productividad para hacer de la actividad laboral una sociedad abierta a la competitividad.

Con estos pasos lograríamos que el asalariado tuviera más interés por la labor, ya que formaría parte de la estructura de producción. Todos estarían contentos y se trabajaría en unión y armonía como una familia.

Europa tiene que frenar el precio de los carburantes y materias primas

La vida moderna ha llevado consigo unas transformaciones en transportes y productos para el campo que nos hacen depender del petróleo como materia prima. Todos los vehículos se mueven con gasoil y gasolina, estamos necesitados del petróleo para mover todas nuestras infraestructuras. Pero está pasando una cosa muy grave: que el precio del barril Brent está estable y si sube enseguida aumenta el precio de los carburantes; sin embargo, si baja el precio del barril Brent, el precio de los carburantes no cambia. Las petroleras hacen el agosto con unos altos márgenes de beneficios y, junto a esto, los gobiernos inflan de impuestos estos productos. Sectores como el transporte, la agricultura, la pesca, la aviación, el tráfico en barco y finalmente el ciudadano de a pie ven cómo su economía se ve mermada por el alto coste de los derivados del petróleo.

Es necesario crear un organismo europeo que ponga un tope al precio de los carburantes y materias primas. Al mismo tiempo, debe obligar a los estados miembros a que suavicen la presión fiscal. De no ser sí, el ipc real se está disparando porque todos los productos que compramos en las tiendas requieren de un transporte que eleva su coste. Se ha más que duplicado el precio de todas esas materias primas y todos los sectores que dependen de ellas están en una verdadera crisis.

Este panorama hay que frenarlo rápidamente, de lo contrario nuestras economías seguirán en recesión y el paro cada día irá a más.

Sobran políticos y sindicalistas