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© Baltazar Caravedo Molinari, 2016

De esta edición:

© Universidad del Pacífico

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Lima 11, Perú

www.up.edu.pe

LA ENERGÍA SOCIAL EN LAS EMPRESAS B

Baltazar Caravedo Molinari

1.a edición: setiembre 2016

1.a edición e-book: marzo 2017

Diseño de la carátula: Camila Bustamante

ISBN: 978-9972-57-372-9

BUP

Caravedo Molinari, Baltazar

La energía social en las empresas B / Baltazar Caravedo Molinari. -- 1a edición. -- Lima : Universidad del Pacífico, 2016.

155 p.

1. Responsabilidad social de la empresa

2. Universidad del Pacífico (Lima)

658.408 (SCDD)

Miembro de la Asociación Peruana de Editoriales Universitarias y de Escuelas Superiores (Apesu) y miembro de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (Eulac).

La Universidad del Pacífico no se solidariza necesariamente con el contenido de los trabajos que publica. Prohibida la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio sin permiso de la Universidad del Pacífico.

Derechos reservados conforme a Ley.

Índice

Introducción y perspectiva teórica

Las tendencias de la humanidad

Perspectiva teórica

I. Energía social y empresa

1. Sistema y energía

2. Conectividad

3. La energética del mundo subjetivo

4. Dimensiones, sistema, energía y conectividad

5. Balance de energía del sistema

II. De la fragmentación empresarial al sistema de la empresa

1. Organismo vivo

2. Configuración y dinámica empresarial

3. La energía de cohesión de una organización

4. Modelo de gestión: empresa tradicional, moderna y tecnológica

5. De la teoría económica del valor a la teoría sistémica del valor

III. De la práctica de la responsabilidad social a las empresas circulares

1. Contexto

2. La relación con la sociedad

3. Los grupos de interés

4. Viabilidad de la sostenibilidad

5. Energía social y responsabilidad social

6. Empresas sostenibles y circulares

7. Configuración y patrón lógico de la empresa B

8. La práctica de la empresa B

IV. La necesidad de la empresa B en el Perú

1. La práctica de la responsabilidad social en el Perú

2. Los límites que impone la práctica social

3. Medición de la energía social empresarial en el Perú

4. La expansión de las empresas B

5. A modo de conclusión y síntesis

Bibliografía

Introducción y perspectiva teórica

Las tendencias de la humanidad

Con lo que producen las empresas (bienes y servicios, cultura, lenguaje, ilusiones, afectos, residuos, etc.), construyen sociedad. La manera en que lo hacen (vínculos y relaciones con sus distintos grupos de interés) transmite formas de pensar, de sentir, de comportarse. Peter Drucker ha señalado que no hay organizaciones sanas en sociedades enfermas (Drucker 1987). Se podría decir, también, que no hay sociedades sanas sin organizaciones sanas. En una sociedad enferma, predominan o son significativas la desigualdad y la pobreza, la incongruencia, la informalidad y la violencia en los vínculos, la emergencia continua de conflictos sociales que se convierten en crisis sociales, y energías entrópicas profundas, que permiten o desarrollan actividades productivas depredadoras y contaminadoras, democracias parciales o inexistentes, el no respeto de los derechos humanos o su violación continua, y una incapacidad del Estado para enfrentar los problemas sociales y ambientales.

La situación actual de la humanidad nos permite preguntar si, a pesar del nivel en el que se ha colocado el desarrollo económico mundial, no estamos creando una sociedad enferma. Las tendencias que se manifiestan en nuestro planeta se pueden sintetizar de la siguiente manera: multiplicación y avance tecnológico de las comunicaciones, expansión de la población, calentamiento global y cambio climático, modificaciones en el dominio de la economía, y crecimiento de la frustración por las dificultades para hacer de los sistemas políticos expresiones genuinamente democráticas, dada la conectividad. Los efectos o impactos que estas tendencias tendrán sobre la humanidad son una mayor interdependencia y conectividad entre personas y organizaciones; una población de más edad, aglomerada en los centros urbanos grandes y medianos; una disminución de las áreas agrícolas; el agotamiento de nuestros recursos naturales; el desabastecimiento alimentario; la escasez de agua para el consumo humano; y el entrampamiento de la dimensión política del sistema humano (Sowicik et al. 2015). El nivel educativo y de información de la población creará las bases para la expansión de la insatisfacción.

La preocupación por la forma que está adoptando la humanidad y la necesidad de crear las mejores condiciones para el desarrollo del bien común están dando pie a la emergencia de nuevos paradigmas que redefinen nuestros afectos, vivencias, necesidades, consciencia y cultura, y desafían las rutinas dominantes hasta hoy en todos los planos y dimensiones. Voy a señalar tan solo algunos paradigmas. En la concepción de la vida, tenemos aún la idea de que la vida es una jerarquía dominada por los seres humanos (Satterwhite, McIntyre Miller y Sheridan 2015). Lo que está emergiendo con mayor fuerza es la comprensión de que el tejido de la vida es interdependiente; se podría decir que la vida crea más vida, lo que incorpora la necesidad de proteger no solo a los seres humanos en tanto entidades vivas sino, asimismo, a otras formas de vida sobre nuestro planeta. Igualmente, hoy se plantea que la educación no es retención de conocimiento o acumulación de información; la inteligencia emocional y la perspectiva de sistema se están manifestando como nuevas maneras de concebir la educación porque la interpretación depende de un acercamiento integral y afectivo. El paradigma de los negocios se encuentra revestido de una lógica en la que solo vale la maximización de las utilidades; o que el mercado debe basarse en la búsqueda de los intereses individuales de las entidades que intervienen porque de esta forma beneficia a la sociedad. El crecimiento de la desigualdad contradice esta creencia. Se empieza a concebir que las empresas deben orientarse hacia la búsqueda del bien común, a buscar resolver problemas sociales y ambientales, y a fortalecer el valor de la colaboración.

Perspectiva teórica

Las preguntas principales que nos hacemos en este texto son las siguientes: ¿qué origina la transformación de una empresa?, ¿cómo impactan las empresas en la sociedad? y ¿cómo impactan las empresas B en la sociedad? Por lo general, simplificamos, fragmentamos y separamos los componentes de una organización para realizar el análisis y hacer la interpretación correspondiente. Desde esta forma dominante de pensar, tendemos a privilegiar un aspecto, un plano, una dimensión, y otorgamos un peso determinante a explicar el comportamiento de la entidad que analizamos.

Una empresa es el ámbito en el que interactúan personas en diferentes planos. No hay empresas sin personas; por lo menos hasta ahora, dado nuestro nivel de desarrollo tecnológico. Cada individuo que participa en una organización trae su identidad, sus afectos, sus problemas, su pasado, el rol formal o informal que desempeña dentro de la empresa, la posición que ocupa en la estructura jerárquica, su condición de subordinado o jefe, todo lo cual gatilla no solamente maneras de conducirse, sino también fantasías que se interponen en la construcción de sus vínculos. Al relacionarse con las demás personas dentro de la entidad en la que labora, todos estos elementos intervienen. Más aún, dan pie a distintos tipos de relaciones y procesos que se despliegan y que corren paralelos en el interior de la organización.

Las empresas surgen y se desenvuelven en determinados entornos y contextos, y los afectan. Si producen bienes, requieren de materia prima que se extrae de los recursos naturales o de productos que han sido modificados para convertirse en materias primas. El nivel tecnológico y la manera en que se utilizan los diversos componentes en su proceso productivo alteran el ambiente, lo contaminan, lo valorizan (o desvalorizan) en el mercado, por ejemplo. Los clientes y otros grupos de interés se forman un juicio de la entidad, lo que contribuye a la percepción y a la reputación de sus grupos de interés y de sus clientes.

Las organizaciones son entidades vivas que se enfrentan al desafío de continuar o colapsar. Su continuidad depende de su capacidad adaptativa con su entorno, es decir, de su patrón reproductivo, de cómo enfrentan los cambios que se producen en el mercado, en la sociedad, en los clientes, en los consumidores, en la cultura, en el medio ambiente, en su economía y en el interior de la organización. Toda entidad viva tiene un patrón reproductivo, una genética organizacional. Las empresas, pues, no son solo los accionistas, sus propósitos, los códigos y los protocolos establecidos en el interior de la entidad para operar, los bienes o servicios que produce y la tecnología que emplea. Por lo señalado, resulta pertinente hacerse la pregunta siguiente: ¿qué tan importantes son los vínculos entre las personas en una empresa? No es solo una inquietud que debe provenir de la gerencia de recursos humanos para mejorar algún aspecto particular con los colaboradores. En los vínculos se esconde la genética organizacional y se expresa la energía social que contiene la dinámica de la organización, que recibe influencias de la sociedad y, a su vez, influye en ella.

La visión sistémica permite integrar las parcelas de las que nos valemos para ver la realidad e incorporar la complejidad de la que está hecho el mundo real, además de ampliar nuestra consciencia en el momento de tomar decisiones. Podemos, desde esta mirada, hacernos las siguientes preguntas: ¿qué resistencias emergen para impedir, frustrar o hacer más lenta la transformación de la organización?, ¿qué rol desempeña la dinámica del sistema en la transformación de la empresa? Una organización particular forma parte de un sistema mayor o un macrosistema, que es la sociedad; es influida por aquella e influye sobre esta. ¿Cómo lo hace? El peso que tiene sobre el macrosistema variará y dependerá de la densidad, el volumen y el balance de su energía social.

Este trabajo tiene el siguiente propósito: destacar la importancia de la producción de energía social de una organización y el impacto que puede tener en la sociedad. Además, examina teóricamente la posibilidad de que un tipo de empresa denominada B (circular) puede reformular la generación y distribución de la energía social, dando origen al fortalecimiento de una energía de cohesión y mejora de la capacidad adaptativa de la organización y de la sociedad.

El presente documento está dividido en cuatro partes. En la primera, se desarrolla la perspectiva teórica que permite relacionar los conceptos de energía social y empresa. En la segunda, se propone la necesidad de observar los distintos aspectos contenidos en la dinámica de una organización o empresa para comprender la lógica de su sostenibilidad. En la tercera, se hace una mirada que busca explicar cómo se genera la energía social en una organización esencial a la dinámica de la experiencia de la responsabilidad social. En la cuarta parte, se plantea la necesidad de impulsar empresas B en el Perú para lograr una modificación y transformación de la sociedad peruana.