Iván Turguénev

 

Punin y Baburin

 

 

Presentación de
Juan Eduardo Zúñiga

Traducción de
Marta Sánchez-Nieves

 

 

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Iván Turguénev (Oriol, Rusia, 1818 - Bougival, Francia, 1883).

Escritor ruso. Perteneciente a una familia noble rural, pasó su infancia en la hacienda materna hasta que se trasladó a Berlín para seguir estudios superiores, momento en el que entró en contacto con la filosofía hegeliana. De vuelta a su país, inició su carrera literaria con relatos que se inscriben dentro de la estética posromántica del momento (años treinta), mientras trabajaba como funcionario público, cargo que abandonó en 1843 por un gran amor, Pauline Viardot, cantante rusa constantemente en gira, con la que Turguénev mantuvo una apasionada relación.

 

 

 

A Juan Eduardo Zúñiga

Título original: Punin i Baburin

 

© Del prólogo: Juan Eduardo Zúñiga

© De la traducción: Marta Sánchez-Nieves

Edición en ebook: octubre de 2018

 

© Nórdica Libros, S.L.

C/ Fuerte de Navidad, 11, 1.º B

28044 Madrid (España)

www.nordicalibros.com

 

ISBN: 978-84-17281-88-5

 

Diseño de colección: Filo Estudio

Corrección ortotipográfica: Victoria Parra y Ana Patrón

Composición digital: Leer en digital

 

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

 

Punin y Baburin

 

 

CubiertaJuan Eduardo Zúñiga señala en el texto de presentación de Punin y Baburin (novela inédita hasta ahora en castellano) que «Turguéniev fue testigo de la lenta ruina de la nobleza rusa, aunque distanciado de ella por poderosas razones. Distanciamiento que le permitió captar los rasgos básicos de los rusos del siglo pasado y, al introducirlos en su literatura, escribir una larga historia que ayuda a conocer los orígenes de la Rusia actual». Esta novela es una de sus obras maestras y es también uno de sus textos más autobiográficos, ya que se basa en su cruel madre y en su abuso de los cinco mil campesinos que poseía. Ella tenía un poder absoluto sobre ellos y, cuando se disgustaba, les infligía severos castigos, incluso flagelándolos hasta la muerte.

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Índice

 

 

PORTADA

PUNIN Y BABURIN

ENCUENTRO CON IVÁN TURGUÉNEV

PUNIN Y BABURIN

I. AÑO 1830

II. AÑO 1837

III. AÑO 1849

IV. AÑO 1861

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ÍNDICE

CONTRAPORTADA

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Punin y Baburin

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No soy así

de Kjell Askildsen

 

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PRESENTACIÓN

El escritor Kjell Askildsen (1929) es considerado uno de los más grandes escritores de la literatura contemporánea noruega, y el gran maestro y renovador del relato breve de su país. Está traducido a una serie de idiomas.

Debutó en 1953 y ha escrito varias novelas, pero sobre todo relatos breves. Dejó de escribir hace unos años debido a una ceguera creciente.

Ha recibido una larga serie de prestigiosos premios literarios. En 2006 el periódico de Oslo, Dagbladet, eligió la colección de relatos breves Últimas anotaciones de Thomas F. para la humanidad como el mejor libro de ficción de los últimos veinticinco años.

Askildsen estuvo al principio inspirado por la escuela de Hemingway, con su característica parquedad de palabras, luego pasó por la tradición de la nueva novela francesa y ya a partir de 1980 desarrolló ese estilo tan característico de él, minimalista, parco, realista e inquietante, que desde entonces ha ejercido una gran influencia en la literatura contemporánea noruega. Es considerado el gran renovador del arte del relato breve.

Una característica de sus textos es lo que no se dice en ellos, pero que está allí, algo como inquietante, vibrante.

En el libro Kjell Askildsen. Et liv (Una vida) de Alf van der Hagen, editado por Oktober en 2014, Askildsen habla sobre lo que él piensa que debe ser la literatura: «Tiene que haber algo dinámico en la literatura. No sirve de nada simplemente escribir sobre un paseo por el bosque. Tiene que haber contradicciones en un tema. Si vas a crear un cuento que tenga emoción a algún nivel, no sirve contar una historia de color rosa. Todo arte debe ser algo que hurgue en la gente. Tiene que haber algo que les aguijonee, algo que tal vez les dé un poco de miedo. Ese es en mi opinión el cometido del arte. No cantarles nanas para que se duerman. No contar historias bonitas. Al fin y al cabo las historias feas pueden resultar muy bonitas, porque pueden hacer que la gente se dé cuenta de que lo que ven en ellos mismos —y que se resisten a mostrar a los demás— también lo pueden encontrar en gente normal y maja en mis cuentos.

»Escribo sobre los aspectos sombríos de la vida. Pongo al desnudo debilidades en mis personajes, simplemente para que sean creíbles. Tengo como propósito escribir un relato que pueda resultar intrigante al lector —y a mí mismo—. Por esa razón necesito investigar mientras escribo».

Askildsen dice que construye un relato como un edificio. «Pongo piedra sobre piedra, y a veces no sé cómo concluir. Cuando me encuentro a la mitad no sé más que el lector. Mi problema es que tengo que continuar el relato, poner nuevas piedras, encontrar un final. Esto exige concentración. Con el tiempo soy más consciente de que lo que estoy haciendo es crear arte».

«Si la literatura es buena, nos proporciona alegría mientras la leemos. Surge como una especie de pausa en las trivialidades», dice Askildsen, que opina que de esa forma la literatura es algo que nos ayuda a seguir adelante.

Cuando se le pregunta por lo que exige del lector dice que no tiene ningún deseo de complicar las cosas. No usa ninguna palabra difícil, y no usa, al menos no conscientemente, símbolos. Pero escribe en primer lugar para gente que ha leído algo antes, y sí pretende que el lector reciba lo que él llama «impulsos contradictorios». «Puede que me equivoque, pero tengo la sensación de que he llegado mejor a las personas que han leído literatura en la que no todo le ha sido masticado y preparado por el autor». Lo que quiere con su literatura, lo que quería con su literatura (antes de la ceguera), era crear algo que fuera arte. Algo que él considerara arte. Porque él se considera un artista, un exartista, en línea con un pintor, en línea con un compositor.

Kirsti Baggethun, agosto de 2018