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JUEGOS PREDEPORTIVOS

ORGANIZADOS EN SESIONES

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© Jordi Romeo Murgó

Diseño de la cubierta: Rafael Soria

Edición: ebc, serveis editorials (Eva Bargalló)

© 2019, Editorial Paidotribo

www.paidotribo.com

E-mail: paidotribo@paidotribo.com

Primera edición

ISBN: 978-84-9910-763-9

ISBN EPUB: 978-84-9910-914-5

Depósito legal: Z 1553-2019

BIC: YNW, WS

Diseño de maqueta y preimpresión: Editor Service, S.L. Diagonal, 299; 08013 Barcelona

Que nunca te falte un sueño por el que luchar y que nadie te diga que ese sueño no es posible.

A Maite, Noe, Ferran y Jordi, mis inspiradores y referentes.

Índice

Tabla de contenidos

Presentación

El deporte y los juegos predeportivos

EL RUGBY

Sesión 1. Juegos aplicados al rugby I

Sesión 2. Juegos aplicados al rugby II

Sesión 3. El pase

Sesión 4. Pase y recepción de la pelota

Sesión 5. Bloqueo, placaje, finta y percusión

Sesión 6. Repaso general: chut, bloqueo, pase y recepción

Sesión 7. Partidos de rugby

EL BÁDMINTON

Sesión 1. Juegos predeportivos con raqueta

Sesión 2. El golpeo alto (ofensivo) y el golpeo bajo (defensivo)

Sesión 3. Aplicación del golpeo alto (ofensivo) y el golpeo bajo (defensivo)

Sesión 4. El servicio del bádminton

Sesión 5. Juego individual y juego por parejas

Sesión 6. Golpeos cortos y golpeos largos

Sesión 7. Golpeos cortos, golpeos largos y juego individual y por parejas

Sesión 8. Circuito de repaso autoevaluativo

Sesión 9. Partidos de bádminton emocional

EL HOCKEY

Sesión 1. Manejo del palo y conducción de la bola. Juegos predeportivos

Sesión 2. Conducción de la bola I

Sesión 3. Conducción de la bola II

Sesión 4. Ampliación de la conducción de la bola

Sesión 5. Conducción, pase y recepción

Sesión 6. Precisión del pase y el lanzamiento

Sesión 7. Adaptación del partido de hockey I

Sesión 8. Adaptación del partido de hockey II

Sesión 9. Los valores del deporte: camisetas personalizadas

Sesión 10. Partidos con camisetas de valores

EL BALONCESTO

Sesión 1. El bote

Sesión 2. El bote y las paradas

Sesión 3. Lanzamiento

Sesión 4. Pases y recepciones

Sesión 5. Táctica individual (atacar y defender en el 1 contra 1)

Sesión 6. Introducción al 3 contra 3 (juego reducido)

Sesión 7. Partidos de 5 contra 5

Sesión 8. Entrenamiento físico: lanzamientos

Sesión 9. Entrenamiento físico: resistencia

Sesión 10. Entrenamiento físico: resistencia anaeróbica y velocidad

EL BALONMANO

Sesión 1. Lanzamientos

Sesión 2. La sujeción y el pase de la pelota

Sesión 3. El bote y el pase sin bote

Sesión 4. El pase. Actividades descontextualizadas

Sesión 5. El pase y la recepción. Ampliación de la técnica

Sesión 6. El pase y el lanzamiento. Trabajo combinado

Sesión 7. El bote, el pase y el lanzamiento. Trabajo en estaciones

Sesión 8. El juego delante del área. Acción defensiva (zonal e individual) y acción atacante

Sesión 9. Partidos de balonmano

EL VOLEIBOL

Sesión 1. Iniciación al voleibol. El golpebol

Sesión 2. Toque de dedos y de antebrazos

Sesión 3. Servicios

Sesión 4. Colocación

Sesión 5. Remate + recepción (o defensa)

Sesión 6. Juegos adaptados al voleibol y estructura de los 3 toques

Sesión 7. Introducción al 3 contra 3

Sesión 8. Introducción al 4 contra 4

Sesión 9. Introducción al 6 contra 6 (juego real)

EL FÚTBOL

Sesión 1. Juegos predeportivos aplicados al fútbol

Sesión 2. Control individual de la pelota

Sesión 3. Defensa y protección de la pelota

Sesión 4. Precisión del pase y acción defensiva

Sesión 5. Pases altos y cambio del lado de juego

Sesión 6. Conducción de la pelota

Sesión 7. Técnica del chut de córner y falta

Sesión 8. Defender la portería, proteger la pelota

Sesión 9. Partidos de fútbol

Tabla de contenidos

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Presentación

Nuestra sociedad es relativamente conocedora de los beneficios que comporta para el organismo la práctica de actividad física saludable. El concepto de actividad física es muy amplio y abarca muchas definiciones y, por lo tanto, muchas manifestaciones de movimiento. El deporte, de hecho, es una de las distintas maneras que tenemos de hacer actividad física.

Entre todas las actividades físicas, el deporte es uno de los más utilizados en distintos grupos poblacionales para desarrollar la condición física, mantenerse activo, aprender valores, relacionarse con la gente, etc. En el ámbito educativo, de hecho, el deporte tiene un papel muy destacado, tanto en las actividades lectivas (Educación Física) como en las actividades no lectivas (extraescolares deportivas). Es evidente que el monopolio deportivo en dichos sectores educativos no es bueno, puesto que no se pueden lograr todos los objetivos mediante una única práctica motriz. Sin embargo, sí que es cierto que la actividad deportiva o deporte es una buena herramienta que, más allá de ser un objetivo o no en sí mismo, nos permite conseguir otros logros. Cuando analizamos la relación entre deporte y educación también debemos tener en cuenta de qué tipo de deporte estamos hablando: no es lo mismo el deporte escolar, en el que el objetivo es puramente educativo, que el deporte competitivo y de élite, donde el principal objetivo recae en el rendimiento y la victoria. Partiendo de esta posición y, por lo tanto, entendiendo que el deporte es una de las herramientas que tenemos los educadores para enseñar a los más jóvenes, podemos utilizar los recursos metodológicos de este libro para mejorar la calidad de nuestras sesiones de Educación Física y/o nuestros entrenamientos deportivos o multideportivos.

En este libro ofrecemos una amplia recopilación de actividades y tareas para trabajar distintos deportes colectivos mediante, principalmente, juegos predeportivos. Dichas actividades jugadas están organizadas y temporalizadas en sesiones que facilitarán al profesor de Educación Física (o al educador fisicodeportivo en general) la realización de su programación, a la vez que se garantiza la coherencia en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Las siguientes páginas, pues, ofrecen al lector más de 200 juegos y actividades de siete deportes colectivos, algunos más comunes que otros: rugby, bádminton, hockey, baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol. Se ha de tener en cuenta, además, que para cada actividad, más allá de su explicación escrita, hay una representación gráfica que hace que el libro sea más atractivo y práctico.

Finalmente, en relación con la orientación y la metodología de las actividades, este libro proporciona propuestas de sesiones deportivas a partir de juegos predeportivos que permitan ofrecer una alternativa a actividades más estáticas o poco lúdicas. Mediante los juegos, el educador puede modificar las reglas, el espacio, el material y otros aspectos que facilitarán la adaptación de cada individuo y, en consecuencia, mejorará su proceso de aprendizaje.

El deporte y los juegos predeportivos

La actividad física ha ido evolucionando a lo largo de los años y ha estado condicionada por varios factores, como la filosofía o los valores sociales y culturales dominantes en ese momento, entre otros. Como docentes de educación física, tenemos que ser conscientes de que uno de los objetivos básicos de nuestra asignatura es el fomento de hábitos saludables, somos promotores de la actividad física y la salud. En este sentido, es muy importante entender el significado terminológico de palabras como ejercicio físico o actividad física.

La actividad física es cualquier movimiento producido por nuestro cuerpo, por el aparato locomotor, como consecuencia de la contracción y la relajación coordinadas de los músculos del cuerpo y que supone un gasto superior del metabolismo basal. Asimismo, según el objetivo, la finalidad o la orientación, podemos hablar de actividad física informal o de ejercicio físico. La actividad física informal es la que se realiza en la vida cotidiana y que necesita la acción de nuestro cuerpo. Así pues, la actividad física informal no tiene ningún objetivo directo sobre la mejora de la salud, más allá de los beneficios evidentes que comporta el movimiento en sí mismo. En cambio, el ejercicio físico sí que tiene un objetivo específico, ya sea la mejora —intencionada y programada— de la salud, la ocupación del tiempo libre o la consecución de un resultado deportivo, por ejemplo. El ejercicio físico presenta una estructura, es decir, un orden, una técnica; necesita un material específico e, incluso, en caso de que el ejercicio físico sea un deporte, una táctica y una estrategia.

Cualquier ejercicio físico posee una técnica y una forma. La técnica consiste en el propio movimiento del ejercicio, en el procedimiento biomecánico que conduce a realizar aquel movimiento determinado. En cambio, la forma es el modo en que realizamos la técnica, es la calidad y la adecuación del movimiento. En función de la forma podemos llevar a cabo un movimiento de manera más cuidada o relajada, más fría o más sentida, con mayor o menor exigencia. En una clase de Educación Física o entreno podemos tener 30 alumnos o jugadores efectuando una misma técnica, como el chut de fútbol, pero con una forma muy distinta los unos de los otros por razones muy diversas.

CONTEXTUALIZACIÓN DEPORTIVA

En función de la naturaleza del ejercicio y de su organización, podemos distinguir varias manifestaciones de este. Algunas manifestaciones de ejercicio físico presentan competitividad o rivalidad y otras no. En este sentido, un tipo de ejercicio físico que debemos tener muy presente como docentes de educación física es el deporte. El deporte es un tipo de ejercicio físico en el que se tienen que cumplir unas normas determinadas para lograr un resultado concreto. Entendemos el deporte como una actividad física que se realiza siguiendo un reglamento y en el que el objetivo es ganar. Las características que debe cumplir una actividad para que pueda considerarse deporte son:

La propia actividad requiere actividad física y, por lo tanto, movimiento.

La actividad deportiva se practica en competición con el objetivo de conseguir la victoria, una clasificación determinada, un récord, una marca personal, etc.

Tiene un reglamento más o menos estricto y regulado por distintas instituciones en función de la competición: federaciones (nacionales, internacionales...), consejos deportivos, etc.

Tiene movimientos más o menos específicos que conforman la técnica deportiva.

A pesar de esta “rigidez” del concepto de deporte, podemos diferenciar dos modos distintos de hacer deporte o de entenderlo:

El deporte escolar tiene como objetivo disfrutar de la actividad y mejorar la salud. El deporte, pues, no es un objetivo en sí mismo, sino que es un medio para alcanzar otros objetivos relacionados con los valores, la formación personal, la mejora de la condición física, etc.

El deporte competitivo de alto rendimiento, en cambio, tiene como objetivo ganar. La salud, por ejemplo, no es un objetivo en sí mismo porque lo más importante es triunfar. La salud de los deportistas de élite se considera más como un medio para alcanzar el nivel óptimo de rendimiento que facilite la victoria.

Es evidente que entre el blanco del deporte escolar y el negro del deporte competitivo existe una escala de grises. Sin embargo, el problema surge cuando el deporte escolar se enfoca a partir de patrones copiados del deporte competitivo, con lo que alcanzar objetivos puramente educativos puede resultar más difícil. Los profesionales de la educación física tenemos que luchar (mediante el trabajo) para crear un deporte integrador, realmente educativo y que garantice el desarrollo motriz de los niños, niñas, chicos y chicas.

APRENDIZAJE DEPORTIVO

Una de las razones para escoger el deporte como actividad educativa es por su diversidad y su capacidad de adaptación a cualquier situación y entorno. En el ámbito educativo, el aprendizaje deportivo ha de ir más allá del técnico. Sin embargo, en relación con la técnica y su aprendizaje, que también se debe tener en cuenta, podemos insistir en la necesidad de huir del modelo técnico ideal. Nuestro objetivo es que el alumnado sea capaz de realizar una serie de habilidades técnicas básicas que le permitan gozar de la práctica deportiva; no obstante, para lograr dicha capacidad no es necesario ejecutar al milímetro un movimiento determinado. Pongamos el ejemplo del voleibol: yo, como profesor, quiero que mis alumnos aprendan las habilidades técnicas del voleibol para que tengan, al menos, un mínimo nivel que les garantice jugar con continuidad y pasárselo bien. Pretendo que al salir de la clase o del entreno tengan más ganas de practicar una actividad fisicodeportiva. Asimismo, para que deseen jugar necesitan tener un dominio técnico que les permita disfrutar de la actividad. Por lo tanto, volviendo al ejemplo del voleibol, si logro que mis alumnos sepan ejecutar con éxito (independientemente de la precisión) el toque de dedos, el toque de antebrazos y el servicio, serán capaces de realizar un “partidillo” y disfrutarlo, y, en consecuencia, querrán jugar a dicho deporte. Nuestro objetivo, entonces, es más el resultado de la habilidad que no la técnica en sí misma.

EL ERROR DURANTE EL PROCESO DE APRENDIZAJE

Son muchas las ocasiones en las que modificar una habilidad técnica determinada y adaptarla a las capacidades y cualidades de cada jugador se considera un error. Es decir, muy a menudo entendemos el error como la variación de lo que consideramos como modelo ideal (modelo técnico ideal). Hemos de ir más allá y percibir el error como una fase del proceso de aprendizaje y una manifestación más de la variabilidad del individuo. Existen muchos deportistas, incluso de élite, que se alejan del modelo ideal y, sin embargo, esto no es un problema. El error se da cuando no garantiza la eficacia de la técnica. Es decir, que la técnica de un sujeto no sea estrictamente fiel al modelo ideal no es un problema siempre y cuando sea capaz de lograr el objetivo y, por lo tanto, sea relativamente eficaz. Nuestra labor como educadores es facilitar que el alumnado pueda ejecutar la técnica básica de cada deporte con la mayor competencia posible, sin importar tanto la “manera” en que lo haga (sobre todo en etapas y entornos escolares).

LAS EMOCIONES Y LA MOTIVACIÓN EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

Las emociones son las responsables de nuestras conductas y, por lo tanto, del movimiento. Partiendo de esta base, no es difícil imaginar que sin emociones no es posible educar. Educar con sentimientos dota de un potencial espectacular al proceso educativo, ya sea en el ámbito de la educación formal (escuela) o en el de la educación no formal (familia, amistades, extraescolares, agrupaciones, etc.). Las emociones nos permiten conectar mucho mejor con las personas y, en consecuencia, garantizar todo el proceso educativo. El profesor, o educador en general, no tiene que inculcar solo unos conocimientos y unos valores, debe ayudar al alumno a descubrir su camino para conseguir sus propios objetivos.

Volviendo al tema que está directamente relacionado con la practica motriz, hemos de entender que el profesor (o educador) es un participante más. Es el responsable de guiar al alumnado y, sobre todo, de ¡motivarlo! La mayoría de los conocimientos y contenidos que el profesor transmite (ya sean habilidades motrices u otra clase de conceptos) se pueden aprender en cualquier lugar y sin profesor. Sin embargo, el objetivo del educador será facilitar dicho aprendizaje y optimizarlo. Como docentes y/o educadores hemos de motivar al alumno para que quiera seguir aprendiendo cuando no esté con nosotros. A pesar de la importancia de la motivación, no debemos caer en el error de la sobremotivación, ya que es contraproducente. Motivar en exceso a nuestros alumnos puede comportar, en un futuro, que requieran grandes estímulos para estar predispuestos y, por lo tanto, que ante situaciones que consideren menos motivantes no sepan encontrar las razones para hacerlas.

Podemos sintetizar las ideas generales a partir de las siguientes afirmaciones:

La habilidad motriz es el resultado de un proceso de aprendizaje en el que el profesor o el entrenador tienen un papel de soporte/guía y, en pocos casos, de director total y absoluto.

Las habilidades no tienen un patrón ideal y exacto, sino que cada individuo las adapta a sus características personales para poder realizar la acción de la manera más eficiente posible.

Los niños y las niñas en etapas de formación no tienen que recibir unas directrices muy marcadas de cómo realizar una habilidad determinada, sino que deben ser ellos los que, a través de un proceso de aprendizaje guiado, alcancen la forma más eficiente para realizar una habilidad concreta.

Sin la emoción se dificulta el proceso de aprendizaje. Es decir, sin que haya una conexión entre el profesor/entrenador y los alumnos se obstaculiza notablemente la posibilidad de crear un hilo de aprendizaje a partir del cual poder mejorar, bien sea a escala motriz, conceptual o personal.

LOS JUEGOS PREDEPORTIVOS

Las propuestas didácticas de este libro, organizadas en sesiones, se basan sobre todo en el trabajo con juegos predeportivos. El juego deportivo incorpora, a la definición de juego, un deporte y las características que lo definen. Por lo tanto, mediante el juego predeportivo podemos aprender la técnica de un deporte sin necesidad de realizar actividades muy cerradas que estén orientadas estrictamente a la optimización de un gesto técnico. Sin embargo, no todas las actividades y tareas de este libro son juegos. A través del juego predeportivo podemos organizar al grupo, distribuir el espacio y escoger el material para alcanzar los objetivos planteados de la manera más lúdica posible, pero, a pesar de las muchas facilidades que nos aportan los juegos en el proceso de aprendizaje, es evidente que no solo se puede utilizar este recurso para alcanzar el aprendizaje deportivo. En este sentido, y en relación con la periodización de las tareas del libro, las primeras sesiones tienen una connotación más lúdica y básica. En cambio, a medida que el dominio técnico del alumnado aumenta, las actividades (también lúdicas) serán más complejas y más parecidas a la situación real de juego, llegando al final de la periodización de cada deporte con partidos y actividades que representen la realidad de cada disciplina.

ORGANIZACIÓN DE LA SESIÓN

El presente libro recoge multitud de juegos y actividades deportivas organizadas en sesiones. Para poder realizar dichas sesiones es importante entender la estructura que debemos cumplir. Las tres fases o momentos de la sesión son:

Acogida (fase inicial). Es el momento de la bienvenida. Recordaremos aquello que ya hemos hecho (éxitos y problemas, por ejemplo). Informaremos de los objetivos del día y los pasos que hay que seguir para alcanzarlos (organización). En este primer momento es muy importante la motivación: hemos de observar cuál es el estado emocional del alumnado y crear un ambiente positivo.

Desarrollo (fase motriz). Es el periodo en el que se debe trabajar para asimilar nuevos contenidos y conseguir los objetivos. Esta fase de desarrollo consta de 3 subfases que responden a la organización tradicional de una sesión:

Puesta en acción: calentamiento y adaptación al nuevo espacio, material, actividad, etc.

Desarrollo de situaciones: es lo que podríamos conocer como la fase principal. Es la parte más larga de la sesión porque en ella el docente diseña situaciones de aprendizaje para alcanzar los objetivos planteados. Es importante individualizar la dificultad, la secuencia y la intensidad.

Recuperación: actividad (también motriz) que sirve para reducir la actividad fisiológica del alumnado, sobre todo si el trabajo ha sido intenso. Según la actividad y si el tiempo es escaso, esta recuperación se puede realizar mientras ser realiza la siguiente fase.

Despedida (fase final). Este momento es muy importante para remarcar todo lo que hemos hecho y, además, concienciar al alumnado de la utilidad que ha tenido. En este instante, pues, debemos:

Evaluar: los aspectos positivos y negativos de la sesión.

Anticipar: los avances de la próxima clase.

Preparar: plantear el futuro de la manera más interesante para predisponer al alumnado al aprendizaje.

Vincular: con clases anteriores y posteriores. Es importante que durante el proceso de aprendizaje el alumnado sepa dónde está, es decir, de dónde viene y a dónde va.

Evidentemente, este modelo de sesión podrá variar en función del objetivo, del tema, del momento de la unidad didáctica en el que nos encontremos, etc. En el presente libro las sesiones se centran, sobre todo, en la descripción de la fase motriz. La fase inicial y la fase final se tienen en cuenta, pero será el educador quien tendrá que pensar cómo llevarla e intervenir: son las fases más reflexivas y personales de toda la sesión y cada profesional decidirá cuál será su estilo y su forma de realizarlas.

LOS DEPORTES DEL LIBRO Y SU ORGANIZACIÓN

En este libro podremos encontrar siete programaciones, una para cada uno de los siguientes deportes: rugby, bádminton, hockey, baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol. Algunos deportes son más conocidos y más comunes que otros; sin embargo, todos ellos tienen una justificación de por qué deben realizarse.

El rugby es un deporte diferente que puede resultar muy motivante para el alumnado. Nos permite trabajar el espacio íntimo y el contacto. Entre los deportes de contacto, el rugby es una buena opción, puesto que no necesita mucho más material que un balón. Sin embargo, es muy importante extremar las precauciones, sobre todo cuando se trabaja con adolescentes, para evitar lesiones.

El bádminton