Conducción de situaciones de Crisis

Conducción de situaciones de Crisis

Martín Miguel Dasso

Dasso, Martín Miguel
Conducción de situaciones de crisis / Martín Miguel Dasso. - 1a ed . - Salta : Universidad Católica de Salta. Eucasa, 2017.

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ISBN 978-950-623-119-4

1. Derecho. I. Título.

CDD 342

Colección:

Para citar este libro:

Dasso, Martín Miguel. Conducción de situaciones de crisis. Salta:

EUCASA (Ediciones Universidad Católica de Salta), 2017.

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A Mery, mi esposa y compañera.

A mis hijos Martín y Nacho.

A mi hermano Naldo y

a mis padres Martha y Naldo.

AGRADECIMIENTOS

Mi agradecimiento al Cap. (RE) D. Abel Cornejo por su amistad y por su apoyo permanente en la Provincia de Salta.

Un reconocimiento especial y mi agradecimiento eterno a mi padre, el Gral. Br. D. Naldo Miguel Dasso, que a sus 83 años, leyó varias veces los apuntes de este libro efectuando sus invalorables aportes.

Mi agradecimiento a Alberto Pizzi y a Marcelo Llambías Pravaz, por su amistad y por haber participado en este texto, enriqueciéndolo con sus experiencias en las difíciles situaciones que les tocó enfrentar en su vida profesional.

Gracias a Gastón Medone, por su amistad incondicional y el apoyo recibido siempre cualquiera fuesen las circunstancias.

Y especialmente a la Universidad Católica de Salta, que me abrió sus puertas con calidez y profesionalismo, dos palabras que solo son posibles cuando los integrantes de las instituciones educativas mantienen inalterables los valores que las hicieron grandes, trascendiendo más allá de sus aulas.

PRÓLOGO

Es para mí un motivo de orgullo escribir el prólogo de este libro. En su contenido se ven reflejadas muchas situaciones cotidianas en las que podemos vernos involucrados alguna vez, y no siempre tenemos las herramientas para sortearlas de la mejor manera. En este sentido, para todos aquellos que se encuentran desarrollando una carrera profesional en cualquier tipo de organización, o bien, para su vida personal, recomiendo su lectura. El texto pone foco en lo relevante, en la importancia de dar tiempo a la preparación, a la previsión para mejorar las habilidades y capacidades que nos permitan luego “ejecutar el plan perfecto en el momento indicado”, en el momento de la verdad.

Superar las situaciones de crisis, es posible si llevamos adelante una rigurosa disciplina de entrenamiento para que mental, emocional y físicamente, respondamos adecuadamente ante una circunstancia imprevista, muchas veces no deseada; e inclusive, poder ser versátiles, ágiles y flexibles para superar un hecho que ha comenzado de una manera o en una dirección, y que luego, por diversos motivos, ha cambiado para convertirse más tarde, en una nueva situación imprevista o desconocida que requiere de toda nuestra atención para superarla, manejando múltiples variables o potenciales consecuencias para elegir la mejor opción.

El texto invita a superarnos, a ser mejores, más eficientes; pero sobre todo, resalta el sentido de responsabilidad, de ocuparnos por los otros, por la gente que trabaja con nosotros, por nuestras familias, por nuestro país y también por nosotros mismos. Debemos recordar siempre que la vida no es lo que nos pasa, sino lo que nosotros queremos que pase con nuestra vida.

Dependemos de nosotros mismos siempre, y ese debe ser un elemento de motivación suficiente para pensar que podremos superar cualquier situación si nos preparamos de la manera adecuada.

Gastón Medone

Partner & COO Latin America KPMG

INTRODUCCIÓN

Desde mis años de juventud me llamó poderosamente la atención qué pensaban las personas que se enfrentaban a situaciones desesperadas en el momento de la decisión.

¿Cuál era el mecanismo que tenían para, finalmente, adoptar una resolución correcta o incorrecta y luego de evaluarla o no, quedarse paralizada?

En este libro no analizaremos las crisis económicas como tales, ya que existe una profusa bibliografía.

Momentos históricos, muchos reflejados en libros, otros, a través el avance tecnológico, nos permiten ver en vivo y en directo a presidentes, policías, militares, empresarios, y hasta amas de casa enfrentar situaciones críticas y las resoluciones que en cada caso se toman con sus inevitables consecuencias.

Luego de haber visto a lo largo de mi vida familiar, militar y profesional en el medio civil, a cientos de personas perder su familia, su trabajo, e hipotecar su futuro por adoptar decisiones erróneas en el momento de actuar, trataré de brindar sobre la base de las experiencias ajenas y propias algunas herramientas que nos permitan analizar qué fue lo que ocurrió, en qué contexto y bajo qué circunstancias debieron adoptar resoluciones que marcaron sus vidas y las de los que los rodeaban.

En prestigiosas universidades alrededor de todo el mundo, se ofrecen talleres, work shops, seminarios relacionados con este tema. La realidad indica que en el momento en que uno queda en su oficina solo, frente a la crisis, acompañado por la foto de su familia en las últimas vacaciones en la costa o en la nieve, y del otro lado la presión del conflicto, no son muchos los que sortean con éxito los obstáculos que se presentan.

En este país, donde la palabra previsibilidad y trazabilidad son meras utopías, la crisis está a la orden del día.

Erróneamente se ha tomado alguna letra de Ignacio Copani (Lo atamos con alambre) o de la Bersuit (La argentinidad al palo) como una virtud, nuestra supuesta capacidad de adaptación a las crisis y a los cambios. Y digo erróneamente, porque continuamos viviendo crisis de todo tipo en el ámbito político y empresarial, muchas de las cuales podrían evitarse, lo que indica no solo que no estamos preparados casi nunca, sino que hemos hecho de la improvisación nuestra fortaleza, y las improvisaciones no se llevan bien con las crisis y menos aún con sus consecuencias.

Todos enfrentamos y enfrentaremos crisis de toda índole, la diferencia estará en cómo hemos capitalizado la experiencia de los errores y aciertos anteriores para volcarlas en la próxima crisis que enfrentemos, para al menos reducir, canalizar, y en el mejor de los escenarios anular sus consecuencias o aprovecharlas a nuestro favor.

El hombre es el hombre y sus circunstancias.

José Ortega y Gasset (1883-1955)

Una situación de crisis puede tener tantas variables como personas hay en este mundo, ya que al ser sus consecuencias sufridas por el ser humano, cada uno tiene su óptica particular de vivirla, transitarla, procesarla y aprender de ellas.

El momento en que se inicia una crisis, muchas veces encuentra a los que luego serán sus protagonistas principales en la más profunda ignorancia.

Los motivos desencadenantes de una crisis son innumerables, depende del ámbito en que se genere, y son más o menos complicados de detectar tempranamente.