Djigme Padma Wangchen, el 12º Gyalwang Drukpa, nación en 1963, en un lugar sagrado conocido como Tso Pema, en el estado Himachal Pradesh, en el norte de la India, a los pies de los Himalayas. Reconocido como la reencarnación del 11º Gyalwang Drukpa, a los cuatro años fue llevado a Darjeeling, viviendo desde entonces en un monasterio y siendo educado según esta circunstancia. Sobre su formación fue consultado con frecuencia el Dalai Lama. Su santidad el Gyalwang Drukpa es un gran luchador en defensa del medio ambiente y también un notable educador. Es el líder espiritual del linaje Drukpa, una de las más antiguas escuelas de budismo en los Himalayas, fundada por el famoso sabio Naropa (1016-1100). Actualmente la escuela Drukpa cuenta con millones de seguidores en todo el mundo. Para más información podéis consultar la página web: www.drukpa.org.
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Título original: Happiness is a State of Mind
Traducido del inglés por Francesc Prims
Diseño de portada: Editorial Sirio S.A.
Imagen de portada: ©Rebel - Fotalia.com
Composición ePub por Editorial Sirio S.A.
Publicado inicialmente en el Reino Unido en el año 2014 por Yellow Kite, un sello de Hodder & Stoughton, una empresa de Hachette UK
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Drukpa Publications PVT Limited y Kate Adams
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Este es un libro repleto de sensibilidad, elegancia y sabiduría. Disuelve las confusiones relativas a lo que significa ser verdaderamente feliz. Nos muestra los obstáculos que hacen que seamos unos extraños para nosotros mismos y nos ofrece una manera de cultivar una amplia bondad hacia dichos obstáculos que permite que se disuelvan por sí mismos. Nos guía a través de prácticas que nos ayudan a reconectar con la vida tal como es y no como querríamos que fuera. Estas prácticas también nos permiten redescubrir la paz profunda, inmensurable e indestructible que ha estado con nosotros todo el tiempo, oculta a nuestra vista. Es un libro maravilloso que se convertirá en un amigo de confianza y en un guía para todos quienes lo lean.
MARK WILLIAMS,
profesor emérito de Psicología Clínica,
Universidad de Oxford
Si vivimos sin agradecimiento, nuestra vida es como el plástico. No solo tenemos que eliminar los residuos no biodegradables de nuestro medioambiente externo; ¡también tenemos que borrarlos de nuestra mente! Este es el camino que lleva a la felicidad sostenible.
SU SANTIDAD EL GYALWANG DRUKPA
Su santidad el Gyalwang Drukpa es un activo ambientalista y educador, y es también el líder espiritual del Linaje Drukpa, una de las principales escuelas budistas del Himalaya, fundada por el gran santo indio Naropa (1016-1100 d. de C.). Así pues, esta escuela está ofreciendo su legado en la India desde hace mil años. Su santidad el Gyalwang Drukpa aplica la antigua sabiduría budista a la resolución de los problemas contemporáneos y tiene millones de seguidores en todo el mundo.
Uno de los principales puntos de interés de Su Santidad es la conservación del medioambiente y la educación al respecto, lo cual es una manera de llevar a la acción el principio budista fundamental de que todos los seres están interconectados y son interdependientes. Su misión es la de promover la armonía y la paz interior mediante la integración de los principios espirituales del amor y el agradecimiento en la vida diaria. Su trabajo también incluye el fomento de la igualdad de género y el establecimiento de instituciones educativas, clínicas y centros de meditación, así como la reconstrucción de enclaves patrimoniales en la región del Himalaya. Es el fundador y director espiritual de la premiada Escuela Druk del Loto Blanco en Ladakh (India), la cual proporciona a sus estudiantes una educación moderna a la vez que conserva su cultura local.
Su Santidad hace hincapié en que todos podemos tener un impacto positivo muy importante en nuestras comunidades; se trata de que pongamos la compasión en acción. En reconocimiento a sus actividades, el Gyalwang Drukpa fue condecorado por su labor en pro de los Objetivos del Desarrollo de las Naciones Unidas y recibió el Premio Héroe Verde de 2010, presentado por el presidente de la India.
Históricamente, las mujeres del Himalaya han luchado para recibir el mismo trato que los hombres, y a veces han sido condenadas al ostracismo por el solo hecho de andar en la búsqueda de una práctica espiritual. El Gyalwang Drukpa está trabajando para cambiar esta situación y ha creado el monasterio de mujeres Druk Gawa Khilwa. Se trata de una abadía actual y ecológica ubicada a las afueras de Katmandú (Nepal) y que cuenta con una abadía satélite en Ladakh (India). Allí, las mujeres reciben una educación moderna, así como una formación espiritual que históricamente había sido exclusiva para los hombres. En un esfuerzo para que adquieran mayor confianza en sí mismas, el Gyalwang Drukpa también las ha autorizado a aprender kung-fu, formación que se había hallado fuera del alcance de las mujeres durante dos siglos. Estas monjas están obteniendo reconocimiento mundial por su dominio del kung-fu. La BBC las dio a conocer por medio de un documental; también han realizado exhibiciones en el Parque Olímpico de Londres y en la sede del CERN, en Ginebra.
El Gyalwang Drukpa se dirige regularmente a la comunidad internacional para dar mensajes sobre temas de actualidad, como la protección del medioambiente, la igualdad de género y la tolerancia religiosa. En septiembre de 2012 asistió a la semana de las Naciones Unidas en Nueva York, donde habló en el Foro de las Mujeres de las Naciones Unidas, asistió a reuniones de alto nivel sobre Oriente Medio y visitó el Foro de las Mujeres Unidas, donde hablaron también otros destacados ponentes, como Cherie Blair, Geena Davis y su alteza real la Princesa Basmah bint Saud.
El Gyalwang Drukpa colabora con prestigiosos organismos internacionales para promover el mensaje de la compasión activa. Incluso ha visitado el CERN, en Suiza, junto con varias de sus monjas expertas en kung-fu para hablar de la aparente tensión entre la religión y la ciencia en la sociedad actual, así como de los progresos en cuanto a la igualdad de género. También se ha reunido con varias secciones de las Naciones Unidas, incluida la Organización Mundial de la Salud, para hablar, entre otras cosas, sobre una posible cooperación para mejorar la salud en todo el planeta.
En su esfuerzo por utilizar métodos budistas para resolver los problemas cotidianos modernos, el Gyalwang Drukpa fundó en 2007 el movimiento humanitario mundial Vivir para Amar, un consorcio internacional de organizaciones laicas sin ánimo de lucro que trabajan juntas en pos de cinco objetivos: la educación, la protección del medioambiente, los servicios sanitarios, la ayuda humanitaria y la conservación de la cultura.
Además de estos objetivos formales, Vivir para Amar tiene la esperanza de inspirar a la gente para que integre actos de amor –pequeños y grandes– en sus vidas cotidianas.
La región del Himalaya es conocida como el tercer polo (además del Polo Norte y el Polo Sur), desde el momento en que suministra agua a casi la mitad de la población mundial. Sin embargo, esta zona se está viendo muy afectada por el calentamiento global. Vivir para Amar patrocina unos proyectos únicos, famosos en todo el mundo, destinados a proteger este frágil ecosistema. Por ejemplo, cada año, organiza el Eco Pad Yatra (pad significa ‘pie’ y yatra, ‘viajar’, de modo que padyatra quiere decir ‘viajar a pie’), que consiste en una caminata en la que cientos de voluntarios recorren cientos de kilómetros recogiendo residuos de plástico. Vivir para Amar también planta, literalmente, decenas de miles de árboles en la región, los cuales limpian el aire de toxinas y estabilizan el suelo. En septiembre de 2013, durante la semana de las Naciones Unidas, el Gyalwang Drukpa fue bautizado como El Guardián del Himalaya por parte de la Alianza Waterkeeper, fundada en 1999 por el abogado ambientalista Robert F. Kennedy Jr. y varias organizaciones protectoras del agua.
En el año 2010, el Gyalwang Drukpa puso en marcha una iniciativa para plantar un millón de árboles en Ladakh, como parte de la campaña Un Millón de Árboles iniciada por Wangari Maathaï, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2004. Como parte de esta iniciativa, el Gyalwang Drukpa condujo a los voluntarios de Vivir para Amar a romper por dos veces el récord Guinness mundial de la cantidad de árboles plantados de una sola vez. En fechas más recientes, en octubre de 2012, unos nueve mil ochocientos voluntarios plantaron cerca de cien mil árboles, protegiendo así varios pueblos de las avalanchas de lodo y favoreciendo la limpieza del aire contaminado.
Los habitantes de Ladakh conservan un estilo de vida basado en el budismo que es único. Pero con el avance de la modernización están perdiendo su cultura indígena y teniendo dificultades para competir en el contexto de la nueva economía. La escuela Druk del Loto Blanco busca facilitar a sus mil estudiantes una educación moderna a la vez que les inculca el respeto por la cultura indígena única de esta región. El plan de estudios incluye cursos de inglés y de manejo del ordenador, y también se enseñan el idioma y el arte locales. Esta singular escuela ha ganado varios premios por su diseño sostenible, incluidos tres premios mundiales de arquitectura y el Premio al Diseño Inspirador que otorga el Consejo Británico para Entornos Escolares. Además, ha sido el tema de un aclamado documental de la PBS (la cadena estadounidense de televisión pública), narrado por Brad Pitt, y ha sido presentada en la película 3 idiotas, producida en Bollywood y protagonizada por Aamir Khan, la cual fue un éxito de taquilla.
Muchas comunidades remotas del Himalaya carecen de los servicios médicos básicos. La clínica Druk del Loto Blanco, de creación reciente, se encuentra en la montaña Amitabha Druk, en las afueras de Katmandú, y proporciona asistencia médica asidua a la comunidad que vive en la montaña. Bajo la orientación del Gyalwang Drukpa, Vivir para Amar también organiza clínicas temporales en Ladakh, por ejemplo una clínica oftalmológica anual en la que los médicos sustituyen las córneas de personas que han perdido la vista debido a alguna enfermedad. Por medio de una intervención quirúrgica relativamente sencilla, pacientes que estaban ciegos ahora pueden ver. Además, Vivir para Amar forma a amchis (practicantes de la medicina tradicional del Himalaya) para que brinden atención médica básica a comunidades muy remotas y conecten con los médicos alópatas para tratar enfermedades más graves.
En tiempos recientes, una repentina inundación, debida a un aguacero inesperado, devastó Ladakh; centenares de personas murieron y miles se quedaron sin hogar. Voluntarios de Vivir para Amar, tanto locales como de procedencia internacional, distribuyeron recursos entre las personas necesitadas. Proporcionaron casi trescientas unidades de bombonas de gas y cocinas a familias desplazadas en sustitución de los fogones de queroseno portátiles, más peligrosos. Asimismo, la escuela Druk del Loto Blanco acogió a niños que se habían quedado sin hogar debido a la inundación. A la luz de este desastre, Vivir para Amar tiene el objetivo de formar a voluntarios locales del Himalaya como expertos en operaciones de socorro en casos de desastre en los próximos años, con el fin de que puedan ofrecer una respuesta rápida y efectiva en el futuro. El Gyalwang Drukpa visitó personalmente, a pie, cincuenta aldeas remotas afectadas por la inundación.
La cultura y el arte de Ladakh son principalmente budistas. Como se encuentra a lo largo de la Ruta de la Seda, muchas de sus localidades presentan ejemplos poco comunes de los estilos de arte budistas gandhara y bamiyán, que sintetizan elementos bizantinos, grecorromanos, escitopartos e indios. La mayoría de las muestras de estos estilos de arte han sido destruidas en Afganistán y Pakistán. Siguiendo las instrucciones del Gyalwang Drukpa, Vivir para Amar trata de conservar este arte. Además, se está comenzando una iniciativa para archivar digitalmente grabados, manuscritos y textos hallados en edificios comunitarios y en casas que reflejan la cultura y la historia de Ladakh y permiten hacer su crónica.
Además de sus obras, que he esbozado, su santidad el Gyalwang Drukpa ocupa un lugar en el Comité de Selección de los Premios Tierra, junto con Jane Goodall, Richard Branson y Diana Von Furstenberg. Encabezado por el príncipe Carlos del Reino Unido, el Comité de Selección de los Premios Tierra identifica y premia innovaciones viables que mejoran la calidad de la vida.
Su santidad el Gyalwang Drukpa es asimismo un ávido escritor. Todos sus mensajes los escribe en su página web personal.
La felicidad no debe valorarse como si de una posesión más se tratara. Es una cualidad del pensamiento, un estado de la mente.
DAPHNE DU MAURIER, REBECA
No existe un camino hacia la felicidad.
La felicidad es el camino.
EL BUDA
Imagina una vida libre de comparaciones, una vida con la que te sientes completamente a gusto. Imagina que no quieres nada más. La felicidad no es tu derecho: es tu naturaleza y tu esencia; está en el corazón mismo de tu ser. Si quieres ser feliz, no te costará ni un céntimo, porque ya dispones de todo lo que necesitas para lograrlo ahora mismo. Ahora bien, puede ser que estés experimentando los obstáculos que se hallan entre tú y tu felicidad; a causa de ellos, es posible que no te hayas dado cuenta de que la felicidad ha estado siempre contigo, a lo largo de todo tu camino.
Hay muchas cosas en la vida que están más allá de tu control: no puedes predecir el futuro, no puedes hacer que una persona te ame, perderás a seres queridos... Pero puedes decidir qué tipo de persona quieres ser y tienes la libertad de pensar por ti mismo, aunque no siempre lo parezca. Creas tu mundo con tu mente; es con ella con lo que creas tanto tu felicidad como tu sufrimiento. En este preciso momento puede ser que sientas como si tu mente y tus emociones te controlaran, en lugar de ser al revés. Por medio de un poco de entrenamiento y práctica, así como puedes poner tu cuerpo más en forma, también puedes tener una mente más fuerte y calmada. Esto permitirá que tu mente se asiente, lo cual te dejará ver que tu verdadera naturaleza, es decir, tu felicidad, brilla desde dentro.
Ahora mismo, solamente tienes que estar dispuesto a soltar tu lucha habitual y a dejar que las cosas caigan en el lugar correcto. Es hora de que actúes desde el corazón. Ha llegado el momento de que dejes de preocuparte por todo aquello que percibes que va mal en ti o en tu vida y que aprecies todo lo bueno que hay en tu mundo. A todos se nos tiene que recordar, una y otra vez, lo preciosa que es nuestra vida, y que depende de nosotros lo que hagamos de ella. Como el Buda dijo muchas veces: «Tienes que andar el camino por ti mismo. Todo está totalmente en tus manos». Cree y confía en ti mismo para permitir que haya un poco más de espacio en tu vida para la felicidad.
Primera parte
La vida no consiste en esperar que pase la tormenta.Consiste en aprender a bailar bajo la lluvia.
VIVIAN GREENE
¿Qué es la felicidad para ti? ¿Qué aspecto tiene? ¿Cómo la sientes? ¿Es quizá comer un helado en un día soleado o ir de la mano con la persona que amas? ¿O bien consiste en tener mucho éxito en el trabajo y ganarte la admiración de los demás, o en poder obtener cosas materiales? ¿Se trata de una experiencia –un instante efímero a partir de lo que ha experimentado alguno de tus cinco sentidos– o bien sientes que es una especie de espejismo, es decir, que es esquiva, que cuando te acercas a ella parece estar en realidad fuera de tu alcance? ¿O acaso la felicidad podría ser tal vez algo más profundo, más significativo, algo que podría infundir gozo y alegría a toda tu vida y a tu forma de ser? ¿Podría crear una base de fuerza, positividad y bondad a partir de la cual puedas vivir tus días? ¿Podrías llevarla a tus elecciones, palabras y acciones a medida que recorres el sendero de tu vida? ¿Podría ser la felicidad la razón por la que las cosas ocurren, en lugar de ser solo el resultado final?
La vida puede parecer muy complicada, llena de decisiones difíciles, expectativas y presiones. Pero cada día, en el fondo, todos y cada uno de nosotros tenemos la esperanza de ser felices y vernos libres del dolor, tanto aquí en este momento como en nuestra vida concebida como un todo. Queremos vernos libres de la molesta sensación de que «todavía» no es el momento de ser felices, de la sensación de que si podemos conseguir que todas las condiciones de nuestra vida sean las que queremos, podremos obtener finalmente la felicidad. Deseamos sentirnos bien y relajados, no notar ese nerviosismo subyacente o ese sentimiento de que, de alguna manera, las cosas no están del todo bien. Tenemos la sensación de que la felicidad podría alcanzarnos si pudiésemos parar de correr; sin embargo, no podemos evitar preocuparnos por el hecho de que si permanecemos quietos por un momento tal vez no sepamos qué hacer con nosotros mismos.
¿Por qué parece que nos encontramos con tantos obstáculos en el camino hacia la felicidad? Y, al fin y al cabo, ¿no es la felicidad solamente un lujo, no es egoísta el solo hecho de pensar en ella?
No creo que tenga que convencerte de que la felicidad importa. Solo tengo que pedirte que mires dentro de tu corazón. La felicidad es realmente algo maravilloso, porque la felicidad de una persona tiene el potencial de hacer que otra persona sea feliz, y cuantas más personas sean felices más oportunidades tenemos de hacer del mundo un lugar mejor. La felicidad afecta a todos los aspectos de nuestras vidas: es beneficiosa para nuestro trabajo, nos ayuda a estar más sanos, ocasiona que nuestro amor por las personas cercanas sea más profundo, logra que velemos más por nuestro medioambiente y hace de nosotros personas más bondadosas y solidarias.
Todo esto son «bonificaciones» adicionales que vienen con la felicidad. La felicidad en sí es beneficiosa por el hecho de que hace que nos hallemos más cerca de nuestra naturaleza interior, lo que tiene lugar cuando retiramos todas las capas de nuestras opiniones, orgullos, autocríticas, expectativas, esperanzas y temores que hemos ido acumulando con el tiempo. Todas las herramientas que se ofrecen más adelante en el libro ayudan a cultivar un estado mental de felicidad y se pueden aplicar a todos los aspectos de nuestras vidas, desde la posibilidad de ver las situaciones desde otro punto de vista hasta liberar la mente de la comparación o la queja.
Y lo mejor de todo es que tú eres tu propio jefe en lo que se refiere a tu felicidad, por más que puedas pensar que son otras personas las que mueven los hilos. Puede ser que requiera un poco de práctica, pero cuando te das cuenta de la verdadera fuente de tu felicidad, puedes llegar a ser un gran amigo suyo y compartirla con quienes te rodean. Puede convertirse en el catalizador de un gran cambio, un gran amor y una gran bondad.
